Noche de tormenta 3 - Relatos Eróticos

Noche de tormenta 3

Noche de tormenta 3

Exactamente 18 segundos después de despertar y sacarme la verga de David de la boca, ya tenía la verga del viejo Ramón ocupando su lugar. Todavía estaba adormecida y un poco confundida, pero eso no fue impedimento para que el muy hijo de puta me diera la primera atragantada del día y me hiciera saborearlo como desayuno. Los otros dos viejos por su parte se acercaron y me colocaron su verga una en cada mano para que fuese pajeándolos en lo que esperaban su turno de visitar mi garganta también.

-Así. Putica... así... Pórtate bien. Ahhhh... ¿Viste como yo te quiero? Sí hasta te conseguí trabajo. Ahhhh.... Ellos son Lucio y Manolo -dijo Ramón presentándolos de derecha a izquierda- Son 2 vecinos míos de aquí del edificio de al lado. Te vieron desde la ventana y... bueno, querían conocerte jajajaja.

-No te preocupes, Ramón. -intervino Lucio enseguida- Vamos a ser amables con la putica. Y por supuesto... hay un extra para ti.

-Así me gusta- Respondió Ramón y sacó su miembro de mi boca para dar paso al de Manolo. Este era de los 3 viejos el que parecía más tranquilo y discreto. Tenía una pancita graciosa, manos pequeñas, y vestía con una bermuda ancha y una camisa que era un horror. A pesar de todo eso, su verga era deliciosamente gruesa, y en cuanto sintió el tacto de mis labios, gimió con una voz de barítono que me cautivó enseguida.

-Ahhh... niña, pero que labios más ricos tú tienes. ¿Dónde aprendiste a usarlos así?

-En un hogar de ancianos ...

... como tú jajajaja -le respondí yo ya más entusiasta y despierta- Se la chupaba a todos los viejos una vez al día cuando trabajaba ahí.

-Jajajaja no seas mentirosa.-rió Manolo y me acarició el rostro con delicadeza- esa boquita rica se ve que lo que mama son vergas jóvenes.

-¿Pero no sería genial eso? Sería como hacer labor comunitaria ¿verdad? Llegar y dejar secas todas las bolas de los viejos del salón jajaja. En realidad tenía una tía que era la que trabajaba en un hogar de ancianos como empleada de limpieza. Siempre la imaginaba en mis fantasías haciendo esas cosas a escondidas con los viejos.

-Sí... creo que sería una buena fantasía. Llenarle la boca de leche todos los días a la empleada de limpieza- señaló Manolo y me la metió hasta las bolas.

-Bueno, bueno, ya, Manolo, que yo también quiero que me la mame -intervino Lucio- Manolo retiró la verga de mi boca después de ahogarme unos segundos, y le cedió paso a su impaciente colega.

-Calma, Lucio, no hay apuro -le dijo el viejo Ramón quitándose la ropa- .De todas formas, de aquí nadie se va a ir sin meterle la verga a la puta en todos lados, y sin dejarle la barriga llena de leche.

-Sí, yo me quiero venir en su boca -agregó Manolo -Y quiero que me mire a los ojos cuando se la trague.

-Con esa verga gorda tan rica que tienes, seguro lo voy a hacer -le dije a mi buen Manolo mientras me golpeaba con la verga de Lucio en la cara. De pronto sentí algo metiéndose por debajo de mí y llegando hasta la entrada de ...