Noche de tormenta 3 - Relatos Eróticos

Noche de tormenta 3

... disfrutando como la verdadera puta en la que me había convertido Ramón, y les iba a sacar toda la leche.

-Vamos, niña -me pidió el viejo Manolo- Ahora tú solita. Vamos- Diciendo esto se quedó quieto y aflojó un poco su agarre a mis caderas. Yo comencé a moverme hacia atrás y hacia adelante para cabalgar a mis machos y volverlos todavía más locos de lujuria. No podía hablar porque estaba bien atragantada con la verga de Lucio, pero en mi mente les gritaba que amaba sus vergas, que amaba ese sexo mañanero, que no me importaba que fueran viejos, ni que tuvieran sus bolas peludas. Quería tenerlos dentro de mí y ver como gozaban mi cuerpo.

Fue toda una pena que el viejo Manolo apenas pudiera soportar un par de minutos de mi movimiento de cintura, y sacara su verga de mi culo apretándola fuerte para evitar eyacular. Por lo visto mi pobre viejo no estaba preparado para mi ritmo,, o no cogía hacía mucho tiempo jajajaja.

-Ahhh... niña... que me vas a matar de placer. Ven tú, Lucio, que va. Este culo es sacador de leche como ninguno que haya cogido.

-Eso no va conmigo. Manolo. -Dijo el gruñón y se colocó detrás de mí para penetrarme. Aquí hay un hombre de verdad. Déjame enseñarle a la puta lo que es una buena cogida.

Lucio era el más alto de todos y de los 3 el que aún tenía ropa. Solo se había bajado sus pantalones hasta los tobillos, y se había abierto su camisa de mangas cortas. Tenía un bigote grande algo amarillento, probablemente por ser fumador, y pecho peludo ...

... con bastantes canas. Su verga era la segunda más grande después de la de David, y juro por dios que nunca había visto una más recta que esa. El viejo me dio un par de nalgadas que me calentaron mucho más, y yo solita me abrí toda para darle la bienvenida. Él la metió con suma destreza a la primera, llegó hasta el fondo, para medir mi distancia, me tomó por los hombros, y arrancó a golpear mis nalgas con su pelvis, con la vitalidad de un chiquillo quinceañero.

-Ay, hijo de puta, pero que rico coges Ahhh... Ahhhh... -le susurré yo gozando cada uno de sus embates.

-Aquí si hay un macho de verdad. puta, Ahora sí vas a saber lo que es bueno. Cuando acabe contigo ese culo no se te va a cerrar más nunca.

-Si... Ahhhh... que rico. Castígame el culo- Dale lo que se merece Ahhh... Clávame hasta el...

Un bofetón de Ramón apagó mi frase, y el muy hijo de puta me agarró por el cuello para controlar mi desenfreno.-¡Cállate la boca y mama verga, putica, que es lo que tienes que hacer!. me dijo en tono muy dominante.

-Quiero más- le repliqué yo totalmente excitada y sintiendo el ardor en mi cara- Ahhh... Ah... quiero más... ponme la cara roja si quieres que te mame la verga, viejo verde jajajaja....

-Ah ¿te gustó? ¿Te gusta que aplaudan tu cara mientras coges, zorra? Entonces ahí tienes.

El brazo derecho de Ramón se alzó nuevamente en el aire y asestó un segundo golpe en mi cachete derecho, un tercero, un cuarto... Yo reía como loca para desafiarlo, mientras el cabrón de ...