Me fue fácil convencer al chico, de que se convirtiera en mi esclava, ya que se estaba muriendo de hambre…
Fecha: 27/10/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Transexuales
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
... mujer, es algo que jamás se atrevería hacer, más que todo por miedo a que lo agarrasen, le dieran una paliza, y después para completar le metieran preso.
Esa noche la pasó, al lado del cuartel de la policía, muerto de hambre, y con frio, pensando que podía hacer para regresar a su pueblo.
Pero encontró en el bolsillo de su pantalón, la tarjeta que yo le había dejado, yo vivo en el lado de la ciudad, prácticamente en las afueras, por lo que no tuvo más remedio que irse caminando hasta mi casa.
Cuando finalmente llegó, serían como las siete de la noche, me dijo que él pensaba pedirme que le ayudase, a regresar a su pueblo, resignado hacer lo que yo le ordenase, al fin y al cabo, nadie se enteraría solamente él.
Cuando tocó la puerta, y al yo abrirla, él apareció, casi llorando me contó lo que le había sucedido, le hice entrar dentro de mi casa, y mientras le servía un café con leche, y pan, le pregunté si había tomado una decisión, con respecto a lo que yo le había dicho.
Sumamente avergonzado, me dijo que sí, aunque esperaba que yo le ayudase a regresar a su pueblo.
Me le quedé viendo, y le dije. “Te ayudaré, pero ya sabes el precio, así que vete a dar un buen baño que, te hace falta, y cuando termines hablamos”.
Después de bañarse salió, y como yo me había hecho cargo de su sucia ropa, le dije que se pusiera una toalla.
Así que me hizo caso, y al regresar al comedor donde le había servido el café, encontró la mesa servida, para él, en ese momento ...
... era un verdadero banquete.
Lo único que le pedí que hiciera, fue que se quitase la toalla, y parado frente a mí, que diera media vuelta, por lo que quedó de espaldas a mí.
Coloqué una de mis manos sobre sus nalgas, y luego de una suave nalgada le dije. “Vete a comer, luego hablamos de lo que debes hacer”.
Realmente estaba muerto de hambre, y mientras se tragaba todo lo que yo le había servido, comencé a decirle. “Bueno por ahora, una vez que comas, quiero que reposes, ya en otro momento, te ayudaré a depilar todo tu cuerpo, más adelante me darás el culo, y todo lo demás”.
Mi invitado mientras se atragantaba toda la comida, sencillamente sin hablar, asentía con mi cabeza, pero seguramente pensando de qué forma después de comer, y descansar algo, quizás pudiera robarme algo de ropa, y dinero, lo suficiente como para marcharse a su pueblo.
Lo que él ignoraba era que yo le había puesto un fuerte somnífero en la comida, motivo por el cual al rato de terminar de comer se caía del sueño.
Cuando terminó de cenar, el pobre estaba explotado, debido a la larga caminata, y lo que yo le había puesto en la comida, que tenía un sueño tremendo, con decirles que yo mismo le ayudé a llegar hasta la cama, donde le acosté.
Cuando despertó al día siguiente, seguramente sintió cierta incomodidad entre sus nalgas, pero como estaba desesperado por ver cómo se podía marchar, no le dio mucha importancia.
Hasta que, al salir de la habitación, envuelto en una sábana, se encontró ...