UNA NOCHE DE FIESTA CON MI HERMANA PRIMERA PARTE
Fecha: 28/10/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: miriammimi, Fuente: RelatosEróticos
... a molestarla, a diferencia de cuando sale con sus amigas.
Así que fuimos a la pista y estuvimos bailando durante un buen rato, ella como un ángel y yo como un pato borracho. Y, sin sentir en ningún momento nada fuera de lugar por mi hermana, aunque tenía que reconocer que estaba muy guapa moviéndose en la pista de baile, como suele sucederle a las chicas cuando bailan, que si la vida fuera un juego de rol ganarían un +100 en Carisma. Lo que sí ocurrió fue que, al estar bailando uno cerca del otro, se sucedieron algunos roces inevitables entre su cuerpo y el mío, bailamos un par de bailes demasiado pegados, y seguro que el alcohol también influyó, pero hubo un momento en que, involuntariamente, tuve una pequeña erección. No fue por tener ningún pensamiento consciente sucio con mi hermana, simplemente fue una reacción involuntaria a tener a una chica guapa bailando delante, a ver su escote, sentir los roces de su cuerpo contra el mío, también al alcohol consumido, y me dejó bastante incómodo y solo pensé en tratar que me desapareciera lo antes posible.
No sé si mi hermana se dio cuenta porque no me hizo ningún comentario y nunca se lo he preguntado, aunque podría hacerlo, pero debió hacerlo en alguna de las ocasiones en que su cuerpo se rozó con el mío. Y tampoco sé, aunque también podría preguntarlo (aunque esto me da un poco más de apuro que lo anterior), si ella también sintió algún tipo de excitación no deseada al estar bailando tan cerca de mí, rozando su cuerpo con ...
... el mío (¡y por el alcohol!) aunque, por lo que sucedió más tarde, deduzco que sí.
Después de bailar nos sentamos en una zona de sofás a descansar y tomar una copa más, y finalmente nos dirigimos de vuelta a casa. El alcohol había hecho un poco de mella y nos pasamos el paseo de vuelta hablando un poco más alto de lo normal para esa hora, y haciendo broma y riendo de absolutamente todo lo que nos encontrábamos en nuestro camino, especialmente de las cosas que menos gracia tenían. Mi hermana tuvo que detenerse porque del ataque de risa que tuvo le temblaban las piernas y no podía ni caminar cuando vimos un Alfa Romeo aparcado en la calle y le dije: "¡mira, como dicen los chinos, un Alfa Lo Meo!, y yo no pude evitar emitir unas sonoras carcajadas cuando más tarde escuchamos ladrar a unos perros y ella dijo "quizá son los perros del Curro, o como dicen los chinos, los pelos del culo" (para que veáis que estábamos en un estado en el que nos reíamos con cualquier cosa que no hiciera la más mínima gracia). Al llegar a casa estábamos algo cansados, pero lo había pasado tan bien juntos que no tenía ganas de irme aún a dormir, así que le propuse a Miriam tomarnos una última copa en casa mientras jugábamos una partida a algún juego. Ella se mostró encantada y se fue a buscar algunos juegos mientras yo iba al mueble bar y cogía un par de vasos y algunas botellas. Ella volvió y dejó unas cuantas cajas de juegos encima de la mesilla del café. Yo preparé un par de gin-tonics y me senté ...