De ser su esclavo sexual pasé a ser su amigo.
Fecha: 04/11/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
De ser su esclavo sexual pasé a ser su amigo. . En una ocasión, había asistido a una celebración de una compañía, la que terminó cerca de las nueve de la noche, dos de los empleados de esa firma, se fueron junto conmigo a seguir la fiesta por varios bares de la ciudad.
Ya serían como las doce de la noche, cuando uno de ellos, nos invitó a su apartamento, para seguir compartiendo, supuestamente.
Ya en su apartamento, puso música vieja y variada, mientras seguíamos bebiendo.
Estábamos hablando de lo vieja que eran esas canciones, en medio de la conversación sobre sexo, y de los chistes de doble sentido, quizás por lo mucho que ya había bebido, se me ocurrió hacer una tonta apuesta, de que sabía los títulos de todas esas canciones nada más con escuchar las primeras estrofas.
Cuando me preguntó uno de ellos, qué apostaba le dije de manera bien arrogante, lo que ellos quisieran ya que estaba bien seguro que no perdería, y para asegurarlo les empeñaba mi palabra de que cumpliría sí es que llegaba a perder.
Entonces fue el dueño del apartamento quien propuso, que si me equivocaba en alguna de las doce canciones que me convertiría por lo que restaba de la noche en su esclavo.
Al escucharlo, la apuesta no me agradó, pero como yo se tanto de esa música vieja, no debía tener miedo a perder.
Entre trago y trago, las primeras cinco canciones las identifiqué bien sin problema alguno, pero la sexta, y la onceava canción, erróneamente me equivoqué.
El resultado es ...
... que como perdí, y soy una persona de palabra, les dije que cumpliría con la apuesta.
Aunque, traté de que me perdonasen, pero finalmente acepté que había perdido en buena ley, por lo que como había dado mi palabra haría lo acordado.
Por lo que les dije que sería su esclavo por lo que restaba de la noche, y tomando una servilleta, y colocándola en mi brazo, como si fuera un mesero le pregunté a los dos. “¿Los señores que desean para seguir tomando?”
Los dos me observaron, y se vieron mutuamente, luego se dijeron algo al oído el uno al otro, y de inmediato se pusieron a reír a carcajadas.
Mientras que yo de pie ante ellos, con mi cara muy seria, esperaba que me diesen una orden, el primero en pedirme que les sirviera a ellos una cerveza, y que yo me tomase un trago seco de ron.
Al terminar con su orden el otro, me dijo. “Ahora te quitas toda la ropa”. Yo comencé a protestar, pero de inmediato me recordaron que la apuesta era, que yo fuera su esclavo, y los esclavos solamente obedecen a sus amos, sin importar lo que se les órdenes.
Además, me volvieron a decir que les había empeñado mi palabra de cumplir con la apuesta, lo que me calló la boca.
De inmediato comencé a desvestirme, pero como parte del vacilón, uno me ordenó que lo hiciera de manera como si yo fuera una bailarina nudista.
Por lo que, aunque estaba molesto con la situación, me seguí quitando toda la ropa, como si fuera una, insinuando mis nalgas, moviéndome lentamente al compás de la música que ...