Para chulo mi pirulo
Fecha: 05/11/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Nexusman, Fuente: TodoRelatos
Nada más llegar la reconocí. Gastaba aires de gran señora. Iba acompañada de familiares (me informe que era su hija y la correspondiente familia de su marido, su cuñado para ser más exactos junto con otra hija también).
A la mañana siguiente bajaron a desayunar, el barman nos había advertido a todos que tratáramos bien a esa gente, ya que uno de ellos era un político de la junta provincial y prácticamente venían recomendados por el dueño del hotel.
-¿Van a tomar café los señores?
A ella, la que había conocido como Carmen se le puso la cara blanca al verme.
-Sí, tú Carmen té, supongo…
Ella no contesto, había quedado en shock. Al final dijo:
-S… s… si… perdone usted.
Me había reconocido, era obvio, pude oir a su marido decir:
-Parece que acabaras de ver un fantasma, Carmen.
-Estaba en la luna, perdonadme.
También pudo oir los cuchicheos de las dos primas como “que bueno está”. Ante la mirada asesina de Carmen hacía ellas, sobre todo su hija.
-Comportaros -les recrimino Carmen.
-Mamá ya somos mayores, además es un simple comentario.
-Tienen razón, no sé por qué te veo algo alterada, Carmen.
Y las dos familias empezaron a desayunar.
A la madura Carmen, que aún mantenía ese apostura seductora y garbosa, con su altura, su paso largo -aunque le había desaparecido por arte de magia esa provocación- le dejo impresionada verme al otro lado del país. Yo la había conocido en otro hotel lejano. Ella si mal no recuerdo venía por trabajos ...
... empresariales, aunque estaba claro que era un farol, ya que como me dijo el sereno, “era de intelectualidad limitada”. Incluso había ocultado su nombre todo lo que pudo y evitaba -aunque se ponía parlanchina en la barra- hablar de su familia. Aunque siempre sospeché que ese dedo con la marca del sol de un anillo era sospechoso.
La señora me miraba de soslayo, yo incluso hice una llamada de móvil desde la cocina, era evidente que ella me veía. Me gustaba esa sensación de poder y temor que yo ejercía a mis 30 años. Mientras la miraba, ella me evitaba, yo la veía a traves del cristal.
-¿Ha dormido bien?
-…
-Si, bueno, ya sabes lo que dijo el pediatra.
-…
-Yo también te quiero. Hasta luego, hoy termino pronto.
Esa sensación que ella no sabía a quién llamaba me daba ese poderío. Fue la primera en levantarse. Su hija y la otra prima no estaban nada mal. Entró un compañero mio. Y vio como yo miraba.
-Esos políticos son generadores de mierda -dijo mirándome.
-Y tanta -conteste- las niñatas tienen meneo y la delgada maduraca tampoco.
-No, la verdad es que no. Pero la otra relamida es una elefanta -refiriéndose a la hermana de Carmen.
Me había acostumbrado a esa garra posesiva, me sentía un macho nato, lo valía -mi altura, mi prestancia, mi saber estar y encima era admirado donde iba por mis folladas con las chicas- . Este es un mundo en lo que en principio nos choca por nuestro intelecto y se cree que es el potencial de una persona en realidad se convierte en ...