Para chulo mi pirulo
Fecha: 05/11/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Nexusman, Fuente: TodoRelatos
... cuantas te has cepillado para una admiración social.
Había conocido como dije a la tal señora Carmen lejos de allí. Casualidades de la vida ahora habían hecho que volviera a encontrarla. Cuando la vi me gusto su apostura y postureo. No es que fuese bonita, sino que su belleza no era definitiva. Era lo que se dice la clásica maduraca buenorra. Su melena morena, sus vestidos ajustados. Como era de esperar ME LA CEPILLE. Y bien cepillada. La ensarté en todos sus conductos a full. Me acuerdo que el día que se fue, la peté en la posición de la vaca: ella se inclino hacía adelante hasta tocar el suelo con las manos mientras yo por detrás le arreaba una señora enculada a modo de despedida.
El primer día que llegó hace año y medio en el otro hotel lejano ya la gozó el follamaduracas de zona. Me dijo que era una “yegua con un chocho muy eléctrico” y fue una jodienda rápida, la Carmen tenía ganas de rabo y era tarde el día de su llegada. Después, con más tiempo hizo ascos a su primer jodedor de una noche por no tener que buscar y me seleccionó a mi. Como he dicho lo valgo y una de mis mejores armas es mi polla (18,5cms en ataque). Fue antes de cerrar, ella estaba en la barra con un vestido ajustado, marcaba terreno, nada más llegar me llamó la atención su balanceo de caderas. Habíamos cruzado una pequeña conversación. Cuando me vio solo en un lateral de la barra vino y deslizo su mano sobre mi bragueta. Mi polla se puso dura como un yunque y ella acto seguido me dijo:
-Solo ...
... quiero una sesión por dar por terminado el día. Habitación 305. Dejaré la puerta abierta.
Subí por la escalera del personal y nada más entrar en la habitación la encontré abierta de piernas y desnuda. Su coño era un pantanal, rasurado y grande como una cueva. Su tetamen era generoso, no había celulitis. Sin pensármelo dos veces le metí cipotazo hasta la empuñadura a PELAKO ametrallandola a bombeos intensos y vacié adentro. Esa noche tuve que irme pronto, mi mujer había parido hacía poco tiempo y esa noche estaba indispuesta.
Se alojó en el hotel una semana y me la cepillé día sí y el otro también pontificando en toda ella -coño, culo, boca-. No hacía ascos a nada, incluso una noche que se emborrachó la compartí con un amigo. Me acuerdo que le dimos rabo durante casi toda la noche una y otra vez. Llegaba a casa agotado, mi pareja me decía que dejara el hotel y los turnos de noche.
Carmen me dijo que se llamaba Carmela y tenía 43 años esa temporada. Una averiguación a su documentación -gracias a mi amigo el sereno- pude comprobar que se llamaba Carmen Cespedes Sorana de 46 años.
Bajaron a cenar de una pizza solo la hija de Carmen y su prima. Después pasaron por el bar. La hija apuntaba maneras -alta, sólida, estilizada, ojos grandes, morena, pechos puntiagudos grandes- pero sin convicción, pura pose de niñata. Y no tanto su prima -bajita, algo llenita, pelo rizado-. Ambas eran simpáticas, no costó mucho entablar conversación junto con mi compañero de sala. , Saqué mi ...