Para chulo mi pirulo
Fecha: 05/11/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Nexusman, Fuente: TodoRelatos
... artillería:
-Hola, ¿no nos conocemos, guapas, qué tal chavalas?
Eran el prototipo de pava de 21 años que van con carita de gata, con sonrisas cautivadoras -más la hija de Carmen- estirando sus camisetas de marca para exhibir sus pechos con una confianza que sorprendía. Gasté mi parte de energía para lucir tras la barra mi seductor metro ochenta y nueve. Me empeñe de forma precipitada en busca de los signos externos de la buena masculinidad, la que atrae, vamos. La hija de Carmen se pasaba el tiempo mirándose en los espejos traseros de las botellas de la pared, tiraba de la barbilla, inclinaba la cabeza moviendo su morena melena a la vez que hinchaba las tetas para “sacar pecho”. Deduje que se sabía el papel de memoria. Su prima me resultaba más horteraza. Eran gente de mucho postureo, lo más seguro es que debido al cargo de su padre se vinieran arriba las dos. Me chocó esas risitas que emitían, breves y entrecortadas. Nos miraron alternativamente a mi compañero y a mi cuando servíamos otras mesas y pude oír hacía mi persona “un tío bueno”, la prima contesto “pos si, un tío cañón”. Representaban la pijeria en todo su esplendor.
No me encontraban viejo a su edad, me vi triunfador y me dije “qué me aspen si no me follo a la hija de la maduraca que se ha hecho la longui al verme”. Comenté al compañero de sala -un chico de 24-, el Gerardo:
-Son ligues fáciles las dos.
-Pero, sus padres especialmente el de la morenaza, cuidado, no sé si nos metemos en camisas ...
... de once varas -contesto acojonado.
-No te preocupes, no son de educación burguesa-intelectual, son los clásicos paletos que han llegado a políticos.
-Si tu lo dices…
A mi me gusta elegir y le contesté:
-A por ellas, para mi la alta… si tanto miedo tienes de esa gente.
-¡Cabronazo! Es la buenorra, pero tú te las llevas a todas.
Mientras hablamos la hija de Carmen me mira. Pienso que es la clásica tía fácil en el bote. Les pusé unos chupitos.
-Invita la casa.
-Gracias.
-Espero no sea demasiado fuerte el Vodka para estas dos monadas.
-¡No somos niñas! -dijo la hija de Carmen con algo de orgullo herido.
-Me llamo Nacho y mi compañero Jorge -dije mirando el apenas metro setenta y dos de Jorge. No era nada del otro mundo, la verdad.
-Yo Elena y ella es Marta -dijo la hija de Carmen.
-Os han dejado solas.
-Hemos dicho que no somos unas crías, están en una conferencia. Hay poca cosa por aquí cerca, vemos.
-Si queréis cuando terminemos vamos a un bar de copas -dije al mismo tiempo que les servia dos chupitos más y Jorge me miraba- ¿os gusta el plan?
Elena no tenía muchas dudas, no me dejaba de vista, Marta algo dubitativa, no contestaron.
Miré a través de la ventana de la pequeña cocina para snack ahora cerrada y veo que ella reía hacía mi. Su cabellera castaña, los ojos negros y el tono mediterráneo de su piel eran motivos suficientes para hacer una llamada.
-Si. Dime Nacho.
-Otra vez cariño. Tenemos faena a tope, vendré ...