Go tigers!
Fecha: 06/11/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: ElFantasmaRojo, Fuente: TodoRelatos
... Jorge se enderezó pues no se había dado cuenta que casi estaba sobre ella.
—¿Qué pasó? – Preguntó Mayte con la mirada clavada en su hija.
—Victoria se cayó en el entrenamiento y se lastimó el muslo. Tenemos que aplicarle esto por 3 días. —Le contestó entregándole el ungüento a su madre.
—Gracias, papá. —Le dijo Victoria aun ruborizada antes de que Jorge saliera de la habitación. Se encerró en el baño y se masturbó enérgicamente.
Más tarde, después de cenar, se sentaron los tres a ver la televisión en la sala. Jorge estaba en medio de las dos y las abrazaba afectuoso, pero de cuando en cuando miraba de reojo el escote de su hija. Después de un rato, Victoria se acomodó casi sobre él, atrapando su brazo con los de ella. Podía sentir sus pechos moverse con su respiración y estaba teniendo una erección. Se movía lentamente en su lugar presionando sus senos, y con cada movimiento, sus pezones se iban poniendo más duros. “¿No trae sostén?” se preguntó sorprendido; movió un poco el brazo frotando sus pezones hasta que quedó acomodado en medio de sus senos. Su pene estaba palpitando ya y tenía que hacer algo. Le hizo una señal a Mayte que entendió rápidamente y puso la mano sobre su paquete. Sonrió complacida y empezó a frotarlo despacio, siempre atenta a Victoria, y cuando su pene estuvo totalmente duro ambos se levantaron, despidiéndose de su hija.
Apenas entraron al cuarto, se desvistieron y abrazados se fueron a la cama. Aquella sesión de sexo fue más larga que ...
... de costumbre, propinándole fuertes embestidas en varias posiciones y magreando sus pechos enérgicamente en todas. Mayte se corrió casi a chorros sin poder evitar un fuerte gemido que tuvo que interrumpir tapándose la boca. Ambos rieron en complicidad.
Cerca de la madrugada, Jorge se levantó por un vaso de agua y al pasar por el cuarto de su hija escuchó un sonido muy familiar. Pegó la oreja a la puerta y claramente pudo distinguir los gemidos ahogados de su Victoria. “¿Se estaba tocando?”. Con el corazón acelerado, abrió la puerta lentamente y se asomó sin hacer ruido. El cuarto estaba oscuro salvo por la luz del baño que se colaba por debajo de la puerta. Victoria estaba acostada con las piernas bien abiertas, moviendo la mano rápidamente debajo el panty. Con la otra mano se frotaba y jalaba los pezones sobre la camiseta casi transparente. Jadeaba despacio con la boca abierta y movía sus caderas arriba y abajo, acoplándose al movimiento de su mano. Jorge abrió bien los ojos casi conteniendo la respiración pues aquello era todo un espectáculo. El pecho de su hija se inflamaba con su respiración agitada y cuando hundía sus dedos en su vagina dejaba escapar un gemido casi imperceptible.
No pudo contenerse y comenzó a masturbarse al mismo ritmo que su hija. Victoria movió a un lado las bragas y comenzó a tocarse con ambas manos, buscando el clítoris con una al tiempo que se metía dos dedos con la otra. Jamás esperó verla en aquella postura pues supuso que no solía tocarse, ...