Carlota, la mujer de mis sueños y mi gordita. Me pone muy caliente
Fecha: 08/11/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... caliente, resguardándose del frío del agua. Aquella vez que nos duchamos juntas y nos dimos un desnudo abrazo bajo los tibios chorros de agua...
En tu olor a mujer, algo que sobre todo pude intuir aquellos días que tuvimos la menstruación de manera sincronizada y padecías tanto de dolor de ovarios y de pechos, con el doble de intensidad que yo. Recuerdo que el día que te vino en cuanto entraste a la habitación te quitaste inmediatamente la camiseta de tirantes y te desabrochaste los pantalones tejanos de medio muslo para aliviar el dolor de ovarios. Llevabas un sensual sujetador granate a juego con las braguitas, que podía entrever debajo de los pantalones. Acto seguido, te quitaste el sujetador, ya que también te apretaba a causa del dolor de pechos. Los tenías más rojos y algo hinchados, con las venas más marcadas de lo que ya las sueles tener habitualmente. Recuerdo que estando en tus días tenías la piel más ruborizada de lo habitual, tu sensibilidad sentimental más a flor de piel, llorabas con más facilidad y me abrazabas y me besuqueabas con aún más frecuencia.
En aquella vez que volví de hacer unas compras y cuando entré a la habitación te cacé con la puerta del lavabo abierta haciendo tus necesidades. Te ruborizabas y respirabas y te mordías el labio sensualmente mientras apretabas, algo que, no sé por qué, me excita muchísimo.
En las largas conversaciones que teníamos en la intimidad de la habitación del hostal donde nos encontrábamos alojadas y que unos ...
... pocos días después de empezar a conocernos me propusiste muy amablemente compartir, ya que la tuya, a diferencia de mía, tenía una cama para dos personas.
En la noche que me instalé a tu habitación. Me diste una caliente bienvenida con el cabello suelto y sin nada más ni nada menos que una camiseta roja de tirantes anchos, unas sexys braguitas negras y tus chanclas negras de cuero y plataforma de cuña alta. Uffff... Tal y como ya te imaginaba en mis fantasías más eróticas desde el primer momento que te vi. Una vez dejé la maleta, me abrazaste muy fuertemente hasta cogerme en brazos, teniendo en cuenta lo grande y fuerte que tú eres a mi lado y lo pequeña y frágil que yo soy a tu lado. Solo hacía un par de semanas que nos conocíamos, pero ambas ya sentíamos una fuerte conexión, como si nos conociéramos de toda la vida.
En lo noble, sensible y cariñosa que eres. Asperger y muy introvertida y tímida, como yo. Aunque ello no quita que seas una persona empática y sentimental. Tu peculiar voz hablándome de ti y de tu paso por esta dura vida, con sus luces y sombras, al compás de sonrisas, llantos y abrazos de consuelo. Tus ideales, tu manera de ver el mundo, la vida, los sentimientos, el amor... Tan similar a la mía.
En tu peculiar voz, gruesa, aunque dulce y noble. Poniéndose sutilmente sensualona cuando me diriges palabras cariñosas susurrándome al oído y me abrazas y me das besos en las mejillas y en la frente, casi devorándome. Tu catalán con un acento más bien cerrado y ...