Mi hermano era mi hermana (hermana y hermana) se suma mamá
Fecha: 09/11/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: luisfa60, Fuente: CuentoRelatos
... había complicado así que se iba a quedar toda la noche.
Tenía por primera vez el tiempo y a ese hermoso ejemplar de cara aniñada y muy educado, como delicado para mí, me decidí a ir por todo o nada.
Nos acostamos a ver televisión, saco el biombo para poder dialogar mirándonos a la cara. La película que estábamos viendo tenía un gran contenido erótico, que había hecho humedecer mi vagina y agitar mi respiración, se dio cuenta y me pregunto.
- ¿Cleo te sentís bien?
- Si la verdad me siento espectacular, es que la peli…
- Si me parece un poco subida de tono.
- Así es, pero que esta buena, esta buena.
- La verdad que si es excitante.
- ¿Te parece?
- Te sube las hormonas a full.
La verdad no lo dude, me saque casi sin que se diera cuenta la ropa interior, salí de mi cama desnuda y me metí en la de él.
- Cleo no hagas cosas de las cuales luego te podes arrepentir.
- Leo, yo me arrepiento de las cosas que no hago.
Tome su rostro y nos fusionamos en un hermoso beso, nuestras lenguas se buscaban con ansia reprimida.
- Leo no sabes cuánto espere este momento.
- Yo también mi dulce.
Baje mi mano para sacar su ropa interior, al ir a tomar su miembro, miembro que no existía… me sorprendí.
- Te lo dije… que te ibas a arrepentir.
- No para nada, solo me sorprendí que no lo hayas dicho.
- Es que tenía miedo al rechazo, de donde yo vengo somos mal vistas las tomboy.
- Despreocupate y ocúpate, conmigo no tenés drama.
Para esto ...
... ya estábamos ambas desnudas, mis manos jugaban con sus pequeñas tetas, mientras las suyas hacían lo mismo, apretando dando pellizcos en los pezones, que intercalaba con chupones y mordisquitos haciendo que se pongan cada vez más duros, una mano se deslizo hasta mi jugosa vagina, un dedo subía y bajaba desde el ano (sin tocarlo) hasta el clítoris en medio de los labios mayores sin tocar la entrada vaginal, mientras lo hacía fue bajando con sus besos, ahora con una mano separaba el capuchón del clítoris y con la otra lo estimulaba, la suavidad con que lo hacía me hizo venir en un primer orgasmo, largo y duradero, inmediatamente buscó con su lengua la catarata de fluidos, los que recibió en su boca para acercarse a la mía y traspasarme mis propio sabores en ese beso apasionado. El gusto agridulce me hizo tener otro orgasmo muy parecido al anterior.
Nuestras piernas se empezaron a entrecruzar, para adoptar la famosa posición de tijera, los sexos comenzaron a acercarse lentamente hasta hacer contacto, ese contacto, ese roce sutil que se acrecentaba al ritmo de la excitación, nuestras miradas encontradas y las cosas dulces que nos decíamos nos estaba acercando a un clímax que creo, no he tenido nunca.
Nuestras caderas se movían en sincronía de adelante hacia atrás haciendo que nuestros clítoris se toquen estimulándose al roce, luego de un rato la sensación de explosión y otro orgasmo, mi vagina palpitaba y pedía más.
Con una habilidad impresionante y casi sin darme cuenta ...