Cuando todo se rompe - Relatos Eróticos

Cuando todo se rompe

... hicieron a mí el día antes. Después la exhortamos a lamer el hocico del perro, a probar su saliva, y a sentir el tacto de su lengua gruesa. Ella no titubeó en ningún momento. Se veía a kilómetros que estaba muy decidida y que haría lo que fuera por sentirlo dentro por primera vez.

-Así... despacio. ¿Viste que lengua más rica?

-Sí.

-A ellos les encanta besar- dijo mi bella Julia y acarició un poco a Rocco.

-Me gusta pasar la lengua sobre sus colmillos-puntualizó la chica- Se siente...

-Como que no deberías... pero no puedes evitarlo. ¿verdad? -le pregunté yo.

-Sí, es algo tan animal... tan... bestia. pero a la vez tan increíble. Ahhh... me encanta su lengua.

-Eso es lo más excitante de la zoofilia- agregó Julia- Cuando estás con un perro, tu humanidad se va al carajo y te vuelves una bestia como él. Por algunos minutos él te domina totalmente. No te respeta, no se compadece de ti; no entiende si te duele o si disfrutas. él solo quiere montarte y dejar su leche dentro de ti para hacerte suya y preñarte.

-Ahhhh... eso me encantaría- dijo Cecilia y se frotó ligeramente alrededor del ombligo- ¿Te imaginas, Rocco. yo cargando un par de cachorritos tuyos en mi vientre?

-No se puede cariño. -Se adelantó a responderle Julia- Si una mujer pudiera ser preñada por un perro, ya yo tuviera una docena de cachorros. Mi Sultán vierte casi medio litro de leche semanal en mi vagina.

-Ah... qué pena- se lamentó la chica, y estiró su mano para acariciar la verga ...

... de Rocco cada vez más hinchada en su funda.

-Dime que no es lo más excitante que has visto en la vida, Marcelo- Dijo Gabriel sentándose nuevamente en su butaca para apreciar mejor lo que vendría a continuación- Mira qué bien se lleva mi hermanita con mi perro..

-Realmente es muy excitante, Gabriel. Y discúlpeme que se lo diga pero... ver a su hermana con su perro...

El jefe se llevó la mano al pantalón y se puso a masajearse su miembro por debajo de la tela.

-Jajajajaja no pasa nada, Marcelo. No te preocupes porque se te ponga dura con Cecilia. Yo sé que es una perra muy sexy, aunque ni siquiera ha probado la verga de su macho.

-¿Me puede prestar el juguete de su hermana?-le preguntó mi jefe mirando el plug que Cecilia se había sacado del culo antes de que Gabriel se la cogiera.

-Sí, por supuesto. Si quieres puedes quedarte con él. Cecilia tiene varios en la casa.

-Gracias- dijo el jefe y recogió del suelo el objeto. Después se dirigió a mí con aquello en la mano, y la verga notoriamente dura en su pantalón. Se paró a mi lado, y solo me hizo falta intercambiar una mirada con él para saber lo que quería de mí.

Enseguida me puse en cuatro y apunté mis nalgas hacia él. Después bajé mi cara hasta pegarla a la alfombra que cubría el suelo, y me abrí el culo con las manos para recibir la verga artificial. Él no perdió tiempo. Me lanzó un escupitajo en el ano, y acto seguido sentí como entro el objeto hasta el nudo. Ahhh... era delicioso. Apenas se notaba la ...