1. Cuando él me contó todo lo que sus amigos le hicieron, me sentí como si yo fuera un cabrón….


    Fecha: 12/11/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... su cabeza, sin dejar de llorar, nuevamente comenzó a decirme, que él no era maricón, al tiempo que, obedeciéndome, separó sus nalgas con sus manos, dejando ante mi vista, el hueco de su culo.
    
    A los pocos segundos, la cabeza de mi verga comenzó a presionar su esfínter, y a medida que comenzó a abrirse paso entre sus nalgas, el dolor, fue en aumento, al punto que, sin dejar de llorar, pero con más fuerza, me pedía a gritos que se lo sacase que eso le dolía mucho.
    
    A medida que él hijo del maestro continuaba llorando, y quejándose del dolor que le producía con mi verga, a medida que se la enterraba por el culo, él más gritaba, se quejaba, y más yo apretaba su cuerpo contra el mío.
    
    Hasta que finalmente sintió todo el peso sobre él, además de que ya le había enterrado toda mi verga, por espacio de unos cuantos segundos me quedé quieto.
    
    Pero casi de inmediato comencé a sacar, y meter una, y otra vez toda mi verga dentro de su apretado culito, mientras que él no paraba de llorar, de quejarse por el dolor, y de pedirme gritando que se lo sacase.
    
    El hijo del maestro, no se había dado cuenta que a medida que él más lloraba, y a gritos me pedía que se lo sacase, yo más disfrutaba de lo que le hacía.
    
    Pero después de un rato, comenzó a mover sus nalgas restregándolas contra mi cuerpo, así estuvimos un buen rato hasta que, de momento, lo apreté con más fuerza contra mi cuerpo, acelerando mis fuertes movimientos, hasta que de golpe me detuve, finalmente había acabado ...
    ... dentro del.
    
    Ambos permanecimos quietos por un buen rato, ya casi estaba por dormirse, cuando saqué mi verga de su culo, dándole una nalgada, que lo hizo despertarse, le dije. “Que culito más sabroso el tuyo”,
    
    Él se quedó tirado sobre mi cama, ocultando su cara entre las almohadas, con su culo bien abierto, muerto de vergüenza.
    
    Únicamente me puse mis pantalones mientras que, le dije. “De ahora en adelante vas a venir para que te lo meta, y cuidado con no hacerlo, o voy donde tu viejo y le digo lo del robo, y de cómo te comí el culo”.
    
    Ya estaba por ir a buscar su ropa, cuando le dije. “Antes de vestirte, pasa por el baño para que te saques todo lo que te dejé dentro, no sea que te haya preñado.
    
    Él me obedeció en todo, y al siguiente día nada más lo vi, cerré el negocio, y una vez dentro le dije que pasara al fondo, y que se quitase toda la ropa, y me esperase acostado en la cama, que ya yo iba para allá.
    
    Durante esa semana, le di por el culo como unas cuatro veces, hasta que el quinto día, cuando él entró en la habitación, tomé asiento en mi cama, y abriendo las piernas, le dije, que se pusiera a mamar mi verga.
    
    No sin antes recordarle que debía obedecerme en todo, y de lo que pasaría de no hacerlo, por lo que completamente desnudo como se encontraba, se arrodilló frente a mí, y comenzó a lamer toda mi verga lentamente.
    
    Después de un rato, le ordené que realmente comenzara a mamar, casi de inmediato coloque mis manos sobre su cabeza, y comencé a mover su ...
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