Asiática, madura, casada y... que me mintió
Fecha: 20/11/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: CARTUZ, Fuente: TodoRelatos
Ya lo he dicho y reflejado más de una vez, la cultura asiática, en especial la japonesa, me agrada y me interesa hasta niveles excepcionales, en lo que se refiere a su cultura. Porque en el aspecto sexual, sus mujeres siento que son algo diferentes, por lo menos las pocas que he conocido y disfrutado. Misako que es el nombre con el que la conocí, (Que su nombre verdadero significa SUAVE NEVADA) pero seguiré nombrándola como Misako. El físico de Misako es casi perfecto... 1.68, 48kg., pecho 80, cintura 56, cadera 80. Color de pelo estilo longbob, de color castaño y sus ojos de color café. La edad es lo que me resultaba más fácil de descifrar, porque le echaba unos 30 o 35, pero sabía o sospechaba que tenía más.
Voy a contar cómo la conocí y fue por una afición que tenemos en común, esa afición es por las catedrales. Recién instalado en Valencia y como hago siempre que voy a un nuevo lugar, sea para vivir o de visita, es sacar tiempo e ir a ver la catedral o concatedral que pudiera existir. Esta costumbre es heredada de mis padres y aunque no me gustaba al principio, gracias a un libro que había en casa y siendo muy pequeño me atrapo (Los pilares de la Tierra, de Ken Follett) y se inició mi verdadero interés por las catedrales. Cómo comprar libros sobre la catedral que voy a visitar. Pues me había empapado sobre la catedral y era el momento de iniciar las visitas, porque en un solo día no se pueden uno impregnar bien.
Al segundo día, fue cuando vi por primera vez a ...
... Misako, que llevaba una cámara de fotográfica en condiciones, un libro y unos auriculares. Tenía una cara preciosa, que fue lo que más me llamó la atención de entrada. Fotografiaba, tomaba notas, es que hacíamos los dos lo mismo. No era el sitio más indicado para mover ficha, pero trataría de no dejar pasar esa oportunidad. Mi intención antes de verla era estar un buen rato e irme a comer algo y regresar. Pero parecía que ella no era de comer a esas horas, porque en ningún momento miró al reloj. Hasta que le vibra el móvil y rápidamente sale de la catedral.
Aprovecho ese momento y cuando termina de hablar, hago mi primer acercamiento, me da que me entiende, pero de pronto pone cara de no entender y me habla en inglés. Cuando le contesto se echa a reír, por cierto, una sonrisa preciosa y me habla en español, que por cierto lo habla bastante bien. Para no alargarlo más, nos vamos a comer algo cerca de donde estamos, un lugar de tapas con nombre de mujer. Me enteré de que vive en Madrid, que estudia historia del arte y nos enrollamos con el tema de las catedrales. Hablamos de las catedrales que hemos visitado y ha visitado bastantes, no solo de España. El primer contacto ha sido muy provechoso y aunque no estaba por la labor, logro que acepte vernos al día siguiente en la catedral.
Esa segunda visita para ella, tercera para mí, se nos hace más amena. A pesar de ser una mujer joven, no resultaba ser tan habladora como las mujeres occidentales, era más silenciosa. Eso sí, parecía ...