Asiática, madura, casada y... que me mintió - Relatos Eróticos

Asiática, madura, casada y... que me mintió

... sexo.

-Veo que ni tú me vas a convencer ni yo te voy a convencer a ti.

Se que eso la enfadó un poco, porque se sintió como que la despreciara al finalizar de esa manera lo que hablábamos y recuerdo que me dijo... ”Me considero una mujer atractiva, sé que subordinada a mi padre y si estuviera casada también a mi marido. Pero también sé que soy lo suficientemente inteligente como cualquier hombre, aunque no lo exprese”, que tenía muy claro por nuestras conversaciones que era una mujer inteligentísima y de una belleza especial. Ya puestos en antecedentes lo que ha ocurrido...

Tenemos relaciones comerciales con distintas empresas y da igual el país de origen, salvo que existan sanciones internacionales. En este caso Victoria había tenido contacto con varias empresas que tenían interés en alguno de nuestros productos, entre estas estaba una empresa persistente y que en este momento no nos interesaba por diversos motivos tener ningún tipo de relación comercial, aunque en un futuro no muy lejano si pudiese ser muy factible. Por eso, aunque ellos sabían de nuestra negativa, siempre es bueno dejar una puerta abierta y acordamos en tener una comida de negocios, eso que detesto tanto. Lo organice todo para recibirlos.

Ese díaMisakome dijo que iba a venir a Valencia y de quedar para saludarnos. Quiere quedar el día que tengo más ocupado, que es el día que he quedado tener la comida de trabajo, pero al final logro hacerme un hueco durante una hora. No es lo que nos hubiera ...

... gustado a los dos, pero había que conformarse. A mí me dio mucha alegría el encuentro e intenté quedar esa noche a cenar, pero su respuesta fue tajante... “Sabes que no puedo quedar por la noche con un hombre” y no me dio opción a más. En la comida apareció Hiroakicon cuatro hombres más. Hiroaki está entre los 50 o 55 años, los demás aparentan más años. Físicamente de la altura de ella, lo único que regordete sin llegar a ser gordo, de vida sedentaria seguro y al margen de su físico, es como suelen ser los asiáticos, serio, contenido y observador.

La comida fue mejor de lo que había pensado y como dije, dejé la puerta bien abierta a futuros contactos. Tan abierta la dejé que la semana siguiente iría de visita a Madrid, porque hubo algo que me interesó y sospecho que ellos sabían que me iba a interesar. Hiroaki insistió en que aceptara una cena con ellos, querían invitarme. Como la intentona de quedar con Misako no dio su fruto acepté la invitación. Quedamos a las nueve de la noche. Lo único que hice fue irme a descansar y aprovechar para tratar de convencer a Misako de vernos al día siguiente, no habiendo manera de que dijera que sí, pero tampoco me decía que no.

Un poco antes de las nueve estaba en el restaurante en el que habíamos quedado, habían tenido muy buen gusto en la elección. No han venido todos, sólo lo han hecho Hiroaki y otro hombre de los que asistieron a la comida, que resulta ser su hermano y vienen con dos mujeres, una de ellas es Misako. Como los veo al ...