1. Una pareja de lesbianas me usó a su capricho


    Fecha: 21/11/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: El Manso Embravecido, Fuente: CuentoRelatos

    ... subliminales.
    
    Soltaron una carcajada las dos, a las que me uní yo también, después, al verlas reír con ganas. Al cabo, Emma me contestó:
    
    –¿Por qué tiene que ser solo una la interesada en ti?
    
    En ese momento mi verga comenzó a activarse. La conversación empezó a subir de tono y en momentos, me fui dando algunos piquitos con ellas de forma alterna.
    
    Ya en la sala de conciertos, después de pedir unas consumiciones, nos fuimos acercando al escenario.
    
    Yo le pasé una mano por la cintura a Emma, y acercando mi cara a la suya, le pegué un buen morreo. Ella me dijo al oído:
    
    –No te olvides de Rosa, que también quiere su ración.
    
    Por supuesto que no me olvidaba de su cachonda amiga. Le paso por su cintura el otro brazo, me acerco, y le doy su filete rebozado, también.
    
    Para mi sorpresa, luego, observo que ellas dos se abrazan y se morrean con tal intensidad, que me doy cuenta que son algo más que compañeras de trabajo y de piso.
    
    El concierto duró dos horas y media y en todo ese tiempo los magreos y besuqueos entre los tres fueron constantes, intercalados con bailes sensuales al ritmo de la música.
    
    –Somos una pareja lesbi que de vez en cuando mete en la cama a un hombre para que nos haga el trabajo sucio, ¿no te importa, verdad? –me confesó Rosa.
    
    –¡Qué me va a importar! Yo también debo confesaros que estoy casado. Somos una pareja abierta –le contesto–. Y el trabajo sucio, ¿en qué consiste? –le inquiero.
    
    –Es que a mí no me ilusiona en exceso el hacer ...
    ... cunnilingus. Emma me los hace muy bien, me corro como una golfa. Pero cuando me toca a mí, no puedo con ello.
    
    –Pues yo soy vuestro muñeco hinchable. A partir de ahora no busquéis más machos. Ponedme en plantilla como juguete sexual de recambio u apoyo a la pareja. Además, si os apetece, con el tiempo os puedo presentar a mi esposa. Ella es bisex y le apasiona el sushi.
    
    Rosa se echó a reír y me dijo:
    
    –Pues a mí el sushi no me va, y lo intento. ¡Vaya si lo intento!
    
    Después, Rosa se acercó al oído de Emma para informarla de lo que hablamos.
    
    Mi mujer me hace favores presentándome a algunas de sus amantes para que la distancia entre sus empotramientos extramatrimoniales mensuales y los míos no sea enorme. Yo, presentándole a estas dos pichoncitas, sé que la pondré muy contenta y me lo agradecerá.
    
    Emma después de escuchar a Rosa, se me acerca y me dice:
    
    –Si te portas bien y das la talla de amante discreto (de actor de reparto), te meteremos en nuestro grupo de WhatsApp. Lo de presentarnos a tu mujer, gracias pero no. Preferimos que la tercera persona sea hombre, por temas de celos.
    
    Comprendí su postura y asentí con la cabeza.
    
    Salimos de la sala de conciertos, cogimos mi coche y nos dirigimos hacia su piso.
    
    Ellas iban sentadas en el asiento de atrás y se daban el lote con desenfreno.
    
    Mi polla estaba a reventar con aquel espectáculo que a través del espejo retrovisor yo contemplaba.
    
    Cerca de su vecindario no había dónde aparcar. Entonces, Emma me dijo ...
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