Las cuñadas
Fecha: 26/11/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: charlines, Fuente: TodoRelatos
LAS CUÑADAS.
CHARLINES.
Este año había elegido la costa gaditana para pasar mis vacaciones. La costa de Barbate atrajo mi atención, ya que ahí estaba la playa de faro de trafalgar, famosa playa nudista que dispone de una playa amplia y con buena y fina arena. Así que, una vez instalado, salí a dar un paseo por la playa. Había alquilado un apartamento en la misma playa de Barbate y aproveché que ya había caído la tarde para dar un paseo. Este pueblo marinero, había crecido gracias al turismo, pero aún, se podía respirar por sus calles ese ambiente marinero, digamos que aún era, un pueblo tranquilo. Dadas las fechas de primeros de junio, todavía, no había mucha gente y se podía respirar y pasear. Al estar paseando cerca de la playa, el ambiente era más bien fresquito, una vez entrada la noche. Caminé sin rumbo y encontré un restaurante que me pareció curioso, tenía un ambiente rústico en su zona de cafetería y moderno en la zona de comedor. Me gustó y me senté a cenar. La verdad que éramos pocos en el comedor. Había dos parejas de jovencitos y un par de mujeres que rondaría los cuarenta y pocos. Una de ellas morena y bajita, miraba con intensidad hacia mi mesa. La verdad es que era una mujer guapa y parecía cuidar mucho su aspecto. Ambas cuchicheaban y reían, supongo, de sus cosas. Cené con tranquilidad y al terminar le dije al camarero que les ofreciera una botella de champán a las señoras. Cuando el camarero se acercó ellas aceptaron y me miraron sonrientes. La que no ...
... había dejado de mirarme, se levantó y se acercó a mí. La verdad es que ahora de pie impresionaba aún más. Sus poderosas tetas marcaban unos pezones que se adivinaban largos bajo la camisa y su sonrisa era deslumbrante y cautivadora. Se acercó poderosa y se apoyó sobre la mesa, mostrándome esas dos poderosas razones, razones que pude admirar hasta los pezones, estos como había supuesto medían más de dos centímetros.
Buenas noches, mi cuñada y yo estaremos encantadas si nos quieres acompañar. - me dijo risueña
Para mí será un placer.
¿Me llamo Pablo y tú?
Yo Mariela y mi cuñada Marta
Me acerqué a ella y le di dos besos lentos mientras la sujetaba con fuerza de las caderas, por un momento la creí temblar al contacto de mis manos. Nos acercamos a la mesa donde Marta se levantó para presentarse. Marta, igualmente, era una bella mujer con un importante pecho y se veía que las dos se cuidaban, pues sus carnes eran duras al tacto. De igual manera que a Mariela, la sujeté por la cintura y le di dos besos suaves y lentos, para poder retener su aroma como ya había hecho con Mariela.
La verdad es que tuvimos una buena conversación y se nos fue el tiempo en un segundo. Me comentaron que eran argentinas y les encantaba España y cuando podían se escapaban. Yo les conté que era del norte y me encantaba el mar, por eso estaba en la costa de Cádiz. Como ellas ya llevaban un tiempo en esa zona, me estuvieron aconsejando donde ir. Ya casi era la una de la madrugada y decidimos ...