Tuve sexo con el cura que me casó
Fecha: 29/11/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: andrea, Fuente: TodoRelatos
... decidida, presintiendo lo que quería el cura. Pues quiero aquí y ya, una prueba de eso que le has dado a muchas personas, prometo que te exonero de todo pecado, les doy el certificado del curso y cuento acabado. Una sonrisa afloró en mis labios en ese momento, la iba a sacar bien barata y fácil, pensé par mis adentros.
El cura se tomó toda la confianza del mundo, me abrazó, me dio un beso en la boca, sus manos acariciaban mi cabello y espalda, así pasó un cierto tiempo besando mi boca, mi cara, cuello, con una de sus manos me hizo que le agarrara su verga por sobre el pantalón, se la apreté con algo de fuerza, para ese entonces ya estaba dura como una barra de acero.
Me comenzó a desabrochar la blusa, la colocó con cuidado sobre una esquina de la mesa de su despacho, lo propio hizo con mi falda, me quedé en ropa interior; volvió a hacerme girar para analizar mi cuerpo, su mirada estaba puesta en mis nalgas; me hizo arrodillar para que le chupara su verga, desabroché su pantalón con su ayuda, se los escurrí hasta la media pierna junto con unos bóxer de color azul que tenía en ese momento, quedó a la vista una verga de unos 15 centímetros, de color piel un poco oscura, por su cabeza chorreaba líquido viscoso que brillaba con la luz del bombillo, se la empecé a mamar con fuerza, hasta el fondo, sus manos agarraban mi nuca para empujar y asegurar que se metiera completo.
¡Ay que rico lo mamas!, exclamaba el cura con voz entrecortada, eres una gran maestra de estas lides, ...
... te felicito, pocas lo hacen así, mejor dicho, eres única, ¿dónde aprendiste?, me la saqué de la boca para decirle que en el colegio.
Cuando el cura sintió que estaba satisfecho me hizo sentar en el borde de la mesa, arrancó mi panty, se lo llevó a la cara y comenzó a olerlo profundamente, luego comenzó a meter sus dedos en mi raja bien depilada que siempre llevo, olió primero y luego metió con cuidado dos de sus dedos, se los chupó completamente, los mismos que me había metido en mi raja, se agachó a lamer mi coño con maestría, con ganas, con experiencia; en ese momento su lengua recorría de arriba abajo, se metía entre mis labios vaginales para detenerse a chupar con fuerza en mi clítoris, yo solo atinaba a quejarme con suavidad; aún hoy pienso cuando recuerdo ese momento, el cómo se equivoca una y la gente también, todos piensan en una especie de celibato o falta de sexo pero de eso no hay nada, culean como cualquier persona.
Se levantó, se acomodó entre mis piernas, con su mano agarró su verga para pajearla y enfilarla hacia mi raja, que babeaba por la emoción de la mamada de ese cura, la fue metiendo despacio, como todo un maestro, sin afán alguno, cuando nuestras pelvis quedaron pegadas comenzó su mete y saca con fuerza, se agarró a mi cintura con sus manos para no perder la puntería ni el equilibrio, atacaba con fuerza, con ritmo, unas gotas de sudor brotaban de su frente y caían como llovizna, se le escuchaba un pujido cuando empujaba su vaivén adentro y afuera, ...