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Mateo y su hija prostituta.
Fecha: 10/12/2024, Categorías: Incesto Autor: koldo1980, Fuente: RelatosEróticos
... le había idolatrado, incluso atraído sexualmente durante sus primeros años de adolescencia. Algo muy común en las quinceañeras pero que en su caso estaba más que justificado, tratándose su progenitor de un ejemplar masculino verdaderamente atractivo. -Este es un barrio muy peligroso, sobre todo de noche. Le hizo saber Mateo mientras conducía a toda marcha en dirección a las colinas que circundaban el susodicho distrito, dejando cada vez más atrás las luces de la ciudad. De ese modo rompió el incómodo silencio que se había generado entre ambos. -Ya deberías saberlo. Apostilló con voz susurrante y un deje sarcástico, insinuando que era plenamente consciente de que aquel barrio de putas se había convertido en el lugar de trabajo de su hija. Tenía gracia que él, asiduo visitante en calidad de cliente a dicha zona, la advirtiera de ello. Aunque la muchacha no pareció ser consciente de la ironía. Lo cierto es que no parecía ser consciente de casi nada, mientras se recuperaba del susto y de la tensión suscitada por aquel trío de malhechores. También del descubrimiento de su “secretito” por parte de quién la había engendrado y pagado los estudios. Se aprovechó él del momentáneo desconcierto de su hija para repasarla con la mirada sin ningún tipo de pudor ni de discreción, casi provocando con ello que se saltara el desvío correcto en dirección al destino que había fijado. Su detallado y poco apropiado escrutinio le confirmó lo que ya había conjeturado en las sombras de ...
... aquel callejón; Valeria ejercía la prostitución. Ninguna chica decente se pasearía de noche por aquel burdel hecho barrio con una ropa tan provocativa como la que ella llevaba puesta. Mateo s e hubiera frotado las manos si no se tratara de su retoño y de no gobernar con ellas esa bestia de acero y 300 CV de potencia. -¿No tienes frío con eso que llevas? Le preguntó Mateo fingiendo cierta ingenuidad, esquivando una acusación directa. -Ya sabes por qué visto así y a qué me he estado dedicando desde la última vez que nos vimos, papá. No te andes con rodeos. El tono altanero y beligerante de Valeria le confirmó que ya se había recuperado un poco de la impresión. Volvía a ser la jovencita insolente y desagradecida de siempre, la que él recordaba. -¿Quiénes eran esos tíos? ¿Les debes pasta? -Métete en tus putos asuntos. En ningún momento te pedí que me rescataras. Aquella respuesta enfureció sobremanera a Mateo, aunque prefirió fingir indiferencia y demorar la réplica mientras aparcaba su vehículo en una solitaria cuneta cercana al cerro al que solía ir -en busca de intimidad- cuando recogía a una puta o chapero. El intermitente canto de un grillo fue el único sonido que quedó tras apagar el motor de su deportivo biplaza. -Cuidado, Valeria. No me toques los cojones o te llevo de vuelta con esos desgraciados que querían joderte. Con dicha advertencia logró amedrentar a su hija, pero ésta trató de disimularlo con un resoplido burlón y evitando mirarle ...