EL RINCÓN DE LAS FANTASÍAS VI.*
Fecha: 12/12/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Sexo en Grupo
Autor: Vladimir escritor, Fuente: SexoSinTabues30
... pasaba por el glande de aquel hombre.
Rato después de felaciones y penetradas, la administradora les dijo a los hombres. «Antes que terminen. Les vamos a dar otro lesbian show, como se le dice»
Haciendo un sesenta y nueve con la otra chica; para luego, los dos hombres penetrar a cada una y recibir una mamada.
Regresando cada quien con su pareja, Lorenzo sentó a su fantasía en la mesa principal, dándole severas estocadas en su vagina. Carlos seguía con Quinn en posición de perrito.
La anfitriona cerraba su vulva a tal grado que al viejo le costará meter y sacar su verga. Cosa que lo volvía loco de placer.
– Lorenzo. Amor. Muerde uno de mis pechos, sin importar que lo lastimes.
Haciendo esto. Aquel hombre probó la sangre de la chica, succionando y disfrutando de su sabor dulce y amargo a la vez. Teniendo un orgasmo mayor y electrizante, realmente indescriptible y sobrenatural. Lorenzo cayó al suelo como si estuviese muerto.
Harley pidió lo mismo, pero Carlos en su éxtasis le arrancó un pedazo, comiendolo, como loco. El mismo orgasmo sobrenatural le vino, pero el no cayó como muerto, pero si exhausto en su totalidad.
Poniéndose una frente de la otra, comenzaron a lamer sus heridas, disfrutando del sabor de su sangre. Besándose apasionadamente.
Al limpiar sus hermosos cuerpos, no había ningún signo de daño en ellos. Cosa que a los hombres les asusto un poco.
Las mujeres les ayudaron a vestirse y recobrando algo de fuerza, se dispusieron a beber ...
... otras copas de vino. Aquellas anfitrionas seguían desnudas como si quisieran que nunca olvidarán esos perfectos cuerpos.
Siendo hora de marcharse, los dos jóvenes se despedian; no sin antes dar un gran beso de agradecimiento a Harley por tan bella forma de satisfacer a Carlos, quien no quería marcharse.
Así desnuda y sin importar salir a la calle a despedirlos, la anfitriona agradeció tanto el regreso de Lorenzo, como la visita de Carlos.
– Cuando muera quisiera estar aquí la eternidad, junto a ti. – No digas tonterías Lorenzo. Los que viste a dentro pidieron lo mismo, pero yo ya no los atiendo; así que te haré la misma recomendación que a ellos. «Muere en paz y no se te ocurra venir al momento de tu muerte, porque no me tendrás jamás, aunque me veas». ¿De acuerdo amor?
Así dando un último y rico beso a los dos jóvenes. Para luego marcharse.
– Adiós Afrodita. De nuevo fue un gusto volver a estar contigo.
¿Afrodita? Jamás había dicho su nombre. ¿Realmente era la diosa en persona que nos atendió? Pensaba casi horrorizado el más joven de los dos.
-Asi es Carlitos. Soy yo. Por eso cumplí tu fantasía por ser buen nieto. Y traerme esta ofrenda llena de lujuria. Cuidense.
Al subir al carro de Carlos, Lorenzo, volvio a ser el de siempre. Encorbado, con cabello cano y escaso, un poco obeso, con sus típicos lentes de alta graduación. No cabía duda. La fantasía había terminado.
Al echar un último vistazo. Al lugar, se observa aún hombre cerrando una reja de metal, ...