¿Qué eres mi qué?
Fecha: 16/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: ProfaErika, Fuente: TodoRelatos
... lengua, y metiéndose uno por uno a la boca.
El verde de sus ojos reflejaban deseo, lujuria, y una alegría contagiosa, regresó sus labios a la punta de mi verga, la besó, y abrió la boca lo más que pudo, poco a poco fue desapareciendo dentro de Érika, despacio la engulló, hasta que sentí como llegaba al fondo, su nariz quedó como a dos centímetros de llegar a la base, respiró, y lentamente la fue sacando, apretando los labios, y antes de salir por completo, dejó mi glande dentro de ella, volviendo a hacer circulo en el con su lengua, definitivamente, de seguir así, terminaría en su boca, su mano regresó a masturbarme, y empezó a meterla otra vez, pero no llegó a la mitad, cuando la sacó, el movimiento de entra y sale lo fue acelerando, hasta que en definitiva, me estaba cogiendo a la maestra Érika por la boca.
No les diré que soy un semental, y que aguanté como un campeón, definitivamente no, a los cinco minutos de haber iniciado, yo no pude más, y empecé a llenar la boca de Érika con mi leche caliente, yo pensé que ella se apartaría, pero con solo mi glande dentro de ella, recibió toda mi descarga en su boca, y cuando la última gota salió, abriendo la boca, me enseñó cómo se lo tragaba, definitivamente, ella era la mejor, ninguna novia o ligue era capaz si quiera de tener una gota de semen en su boca, volvió a agarrar mi verga con su mano, y antes de que bajara la erección, se la metió, y con la lengua la fue limpiando, con lo que mi dureza no disminuyó.
Érika se ...
... levantó, y se volvió a sentar en mis pierna, pero antes de hacerlo, pude ver una mancha en el pantalón, entrelazó sus manos en mi nuca, y con vacilación acercó sus labios a los míos, la recibí con un beso apasionado, podía sentir el sabor de mi leche en su boca, pero poco me importó, la abrasé fuertemente, pegándola a mí, y el beso se tornó lujurioso, recorrí su cuerpo con mis manos, pero era mi turno de devolverle el pasar que ella me había dado, haciendo un esfuerzo, me levanté del sofá, ella enredado sus pierna en mi cintura, y poco a poco, la llevé hasta mi recamara.
Cuando entramos, ella se bajó, quedando de pie frente a mí, yo ya estaba completamente desnudo, solo faltaba ella,, con una mano desabroché el botón del pantalón de Érika, y como al parecer, le quedaba bastante grande, este cayó al suelo sin esfuerzo, dejándola desnuca por completo, ella me sonrió, y sin que le dijera nada, se subió a mi cama, se acostó boca arriba, abrió sus piernas, y con los brazos me hizo señas para que fuera con ella, esa imagen me la puso más dura si se podía, tenía un cuerpo espectacular, tetas grandes y turgentes, de pezones rozados y en punta, vientre plano, y una rajita con poco bello, recortado y bien cuidado, pero en ese momento, estaba mojada.
Me subí a mi cama gateando entre sus piernas, pasé por su rajita, que me llamaba, llegué a sus tetas, y antes de proseguir, metí uno de sus enhiestos pezones en mi boca, lo que la hizo gemir, luego fui hasta su boca, y nos fundimos en un ...