¿Qué eres mi qué?
Fecha: 16/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: ProfaErika, Fuente: TodoRelatos
... labios.
-¿me estás corriendo?-, me contestó ella mirándome a los ojos.
-Nunca haría eso contigo-, la pegué más a mí, me estaba gustando sentir su cuerpo desnudo junto al mío, -yo solo dije que te invito a desayunar, acabamos de cenar, lo que pase entre estas dos comidas, depende totalmente de ti-
-Acepto-, me susurró en el oído.
Érika me sonrió, dejó su taza en la mesa de centro, agarró la mía, y la puso junto a la suya, me puse de pie, intuía lo que pasaría, la abracé desde atrás, pegando mi dura verga entre sus nalgas, y tomando sus tetas entre mis manos, empezando a sobar y masajear, pellizcando los pezones que ya se estaban poniendo duros, ella se dio la vuelta, entrelazó sus manos en mi nuca, y nos fundimos en otro beso, tierno, con amor, creo que esa otra cosa a la que me estaba haciendo adicto, sus besos, como pudimos y sin dejar de besarnos, fuimos caminando hasta mi dormitorio.
Olvidamos cerrar la puerta, al fin y al cabo, vivía solo, nos tiramos en la cama entre besos y risa, me volví a apoderar de sus tetas, esta vez con la boca, sus gemidos eran la mejor melodía de amor que hubiera escuchado antes, mis dedos recorrieron su rajita mojada y caliente, ella no se quedó quieta, y con una de sus manos agarró mi verga, y empezó a masturbarme, fui bajando, dejando un rastro de besos por su vientre, hasta llegar a su rajita, quería otra vez ese manjar de los dioses que manaba de esa parte de Érika, en el primer lengüetazo, ella gritó más fuerte, y con su ...
... mano libre, apretó mi cabeza para que no me separara de ella, y con la otra me fue empujando, hasta que quedamos en un 69, en cuanto mi verga entró en su boca, yo toqué el cielo.
En esa posición le saqué dos orgasmos más, y a pesar de que muchas veces mi fantasía era llenarle la boca con mi leche, en ese momento quería venirme dentro de ella otra vez, me levanté sacando mi verga de su boca, Érika me miró con reproche, me posicioné entre sus piernas, y poco a poco fui acercando mi miembro a su cueva de placer,, y empecé a entrar, lento, despacio, pero eso hizo que ella cerrara sus ojos, y me abrazara, cuando estuve por completo dentro de ella, rodeo mi cintura con sus piernas.
-No te salgas-, me susurró en el oído.
Nos besamos, y empecé a salir y entrar en Érika, primero lento, y luego rápido, ella acompasó sus caderas al movimientos de las mías, y aquello fue una danza tan sensual, y altamente sexual, varios minutos después, sus gritos fueron más fuertes, ella no se contenía para anunciar que se corría otra vez, y seguido de ella, lo hice yo en lo más profundo de su ser, ¿cansados?, sin duda, pero queríamos más, cuando me salí de ella y me recosté a su lado, ella fue por mi verga, y flácida y todo, se la metió en la boca, bastaron dos minutos de mamada, para que volviera a estar en pie de guerra.
Esa noche lo hicimos en varias posiciones, todas aquellas que yo sabía que muchos de mis compañeros de la escuela le querían hacer, en cuatro, con sus piernas en mi hombros, ...