Segunda sesión real con la sumisa vaquita - Relatos Eróticos

Segunda sesión real con la sumisa vaquita

... pezones. Ya viene, ya viene…

—Oh… AAAAHHH

—Te va a PISAR LA EXISTENCIA…

—Dios… mío, joder… —su respiración va a mil por hora mientras veo cómo le cuelgan las tetas gordas y suda, gime, su coño ya palpita solo como si fuera un tambor aporreado.

—Cuatro… Tus meados quieren salir. Vas a ser una vaca meada y sucia. Tu ano palpita, quiere cosas dentro…

—Voy a ser una maca meada y sucia… muu… si… uf…

—Tres… Jadea, jadea, jadea… No sabes ni hablar, despojo animal… Retuerce tus tetas hasta QUE LLORES. Dos.

—AH

—Ya viene ya viene ya viene ya viene…

—Uf, uf, uf…

—Uno… Despojo. Animal.

—Afff… fffu… agh… uf… mu…

—Meados de despojo, de animal. Coño chorreando. Solo sirves para esto MIENTRAS TE PISO LA TESTA DE PUTA VACA Y ME MEO SOBRE TI. AHORA YA SUÉLTALO.

—JOOODER JODER JODER JODER JODER QUE ME CORROOOO…

Se echa hacia atrás. Su voz no es su voz, es más gutural, es más densa, es estremece, tiene temblores. Separa totalmente sus muslos gordos y el coño se abre en totalidad. Veo cómo la empapada e hinchada entrada de la vagina le palpita y se contrae con el orgasmo mientras una de sus manos estruja su gordísima teta.

—MEA ORINA CORRETE SO PUTA.

Lo hace. Se mea. Se le escapa un chorro que no puede retener, creando un arco que salpica en el suelo, entre sus pies.

—Aaaaaah —tarda casi un minuto en poder enfocar la vista—. MU —dice, pastosamente. Su disociación es profunda. Al fin, se vuelca hacia delante. Pone las manos en el suelo, entre ...

... sus meado y se desploma.

La dejo un rato, así, tirada a mis pies. Espero a que vuelva en sí. Una disociación así es profunda y puede tardar en regresar de ese estado.

—No sé... no sé… —murmura con los labios pegados a la orina del suelo—, qué ha pasado… nunca… nunca… me había pasado…

—Pues ya te ha pasado. Te ha pasado que me he follado tu mente. La he hecho mía. Y te he conducido.

—Me has follado la mente...

—He respetado los limites de la humana, pero me he follado los sesos de mi vaca. Y hasta tu identidad estará temblando.

—Mu… —dice, quedamente.

—Los demás siempre han apelado a tu cuerpo. Haz esto, haz lo otro. Yo te he follado la mente, te he llenado el cerebro de semen y sin tocarte el coño te has corrido como nunca, te has ensuciado, meado y degradado.

—Oh, dios mío… tienes razón…

—Solo han impulsado su lujuria en tu cuerpo.

—Yo te he guiado, me lo cediste todo, así que lo cogí y decidí enseñarte: me he follado tu mente, tus sesos, tu cerebro, y lo he llevado donde he querido. Eres un ser muy especial.

—Gracias mi Dueño... ya tienes mi mente...

—Pero siempre respetando los límites porque velo por tu bien. Vaca y humana. Cuerpo, mente y voluntad.

—Gracias, Dueño. Oh, dios mio… tieenes razón —le tiembla la voz.

—Buena vaquita sucia.

—Va a sonar muy prepotente, pero te digo como lo siento: todos los demás son aficionados. Nadie podría hacerte disfrutar así porque NO TE MERECEN. Así de especial eres…

—No me merecen… oh… —se ...