El tormento de Elsa (revisado) 49 a 51 - Relatos Eróticos

El tormento de Elsa (revisado) 49 a 51

... como empezaba a entrar dentro de su estrecho esfínter el enorme falo canino montandola como a una perra, que era al fin y al cabo en lo que se había convertido. Chillando de sorpresa, palcer y dolor, aquella era la polla más grande que había probado jamas su cuerpo, Elsa sintió como la polla de Bill avanzaba dentro de ella empezando a follarla con vaivenes duros y secos, notando el miembro gordo y largo, caliente, viscoso dentro de su culo, sintiendo las risas atrás, y los llantos de Silvia que miraba aterrada.

Bill, babeando sobre el cuerpo de Elsa, empezó entonces a follar con fuerza, duro, violento, arrancando más gritos de dolor y placer a Elsa, que ya no sabia ni que sentía, así que decidió dejarse llevar cerrando los ojos y gimiendo, notando el placer y el éxtasis crecer en ella en igual velocidad que el asco y el horror. Tras quince minutos interminables, notó que algo duro y enorme golpeaba sus nalgas, Elsa chilló de placer mientras el enorme nudo de Bill entraba hasta el final dentro de ella, destrozandola, rasgandola como nunca, haciendola chillar de salvaje dolor al final, sintiendo su garganta romperse del alarido salvaje que dió, notando como todo lo que tenía dentro de ella y era parte de Bill empezaba a hincharse produciendo un placer y dolor sin igual hasta hoy. El grito que soltó heló la sangre de Silvia que cerró los ojos mientras Elsa apretaba las manos y encogía los deditos de sus pies presa del mayor placer y dolor jamás sentido hasta hoy.

Los ...

... espasmos dentro de Elsa disminuyeron y ahora sentía como aquello seguía hinchándose haciendo un tapón. Bill estaba enganchado a ella, tan profundo que Elsa pensaba podría reventar por dentro. El perro gemía, Elsa gemía y lloraba, presa del horror y la excitación más grande jamás sentida, notando tan dentro todo que pensaba estaría rota. Estaban anudados, perfectamente anudados, colocados ya culo con culo. Bill gemía y tiró levemente arrancando un atroz grito de dolor de Elsa, no podía salir. Su enorme polla estaba descargando torrentes de lefa canina caliente dentro del recto de Elsa, llenando su estomago directamente, haciendo que cerrara los ojos y empezara a babear mientras notaba su coño mojarse como pocas veces, empezando a caer sobre el suelo su corrida de tan profusa que era pareciendo casi una meada.

-Puri - Dijo Luis - Rasca la oreja de BIll.

Silvia chilló de nuevo y otra vez la azotaron las tetas con la vara, la piel se rompió de nuevo y los pechos de la muchacha volvieron a sangrar. ¿La oreja? Elsa se acordó entonces. Entre gemidos de placer y horror pidió piedad, que no hicieran eso… no sirvió. Puri rascó la oreja de Bill y el can, gimiendo, empezó a descargar un torrente de orina dentro de Elsa que notaba su vientre hincharse. Por fin, el enorme nudo salió del culo de Elsa desgarrando y Bill, gimiendo se alejó para empezar a lamerse su polla.

-Corre zorra - dijo Luis empujando a su hija detrás de Elsa - Que no se desperdicie nada.

Y llorando, viendo el ...