El tormento de Elsa (revisado) 49 a 51 - Relatos Eróticos

El tormento de Elsa (revisado) 49 a 51

... deseaba, a pesar de todo, que asi fuera, lo lamentaba por su amada, pero ella no podría soportar eso, se dijo.

-Bien… - Dijo Javier colocándose ante Elsa, que lloraba y gemía, excitada a pesar de todo, mirando a su padre, con la boca roja por la última lamida de coño a la puta con el periodo. La chiquilla renia el sabor de los coños de todas, habia gozado comiendolos, habia gozado con las violaciones, con los aoztes; habia dolido, mucho, tanto que lloraba aun, pero estaba excitada y, joder, habia gozado, se dijo, y ya esperaba saber que era esa sorpresa final - ¿Que tal?

-Bien. - dijo la niña esbozando una sonrisa en su cara descompuesta por el llanto y el placer incontrolado - ¿Qué más queda?

Javier sonrió complacido al ver a su hija comportarse como una perra. Le acarició la cara, le besó en la boca jugando con sus lenguas mientras pellizcaba sus tetas arrancando gemidos de dolor y placer de la niña y sonrió.

-Sin saber lo que falta… aceptas sufrir mañana lo mismo en vez de Silvia a cambio de que ahora a ella la azotemos todos arriba, en su cuarto, hasta cansarnos.

Elsa echó la cabeza atrás, Silvia, en brazos de Andrés, que la sobaba, llorando, temblando, asintió. Su amada, los azotes los soportaría, llevaba años haciéndolo.

-Adelante… soy toda vuestra para lo que queráis. Destrozadme, cerdos, usadme como la puta perra que soy.

Javier sonrió.

-Bien pues. - Dijo el padre de Elsa- El golpe de gracia. Puri, adelante.

Sonriendo, Puri, fue a por Bill ...

... y lo desató, llevándolo con la correa hasta Elsa. La chiquilla y Silvia gimieron, Silvia chilló un NO, su padre, con todas sus fuerzas, la azotó las tetas con la vara haciéndola chillar de dolor una fina marca sangrante se abrió en las tetas de la niña y todos sonrieron.

-Silencio zorra… esto será divertido, y si no te callas, hay otro perro para ti.

Elsa, aterrada, mientras recuperaba el aliento, sintió a Bill tras ella. ¿Acaso iba a pasar lo que estaba pensando?

-Papi… -susurró realmente aterrada por primera vez en mucho. - ¿Que vais a hacer?

Nadie contestó, ante la mirada lasciva de los adultos y de horror de Silvia, Bill empezó a oler el coño y el culo rebosante de sexo de Elsa. La chiquilla sintió el hocico húmedo del can y gimió. Entonces, empezó a sentir la lengua del pastor alemán en su coño y culo, tratando de abrirlos más aún. Elsa gimió más, aquella lengua poderosa la estaba excitando y provocando un placer sin igual, notando su clítoris hincharse como una nuez. Por unos segundos, las lamidas se detuvieron, Elsa pensó que se habían llevado al perro, que el juego había sido solo eso, entonces, sintió como un enorme peso caía sobre ella, chillando de sorpresa y dolor, sintiendo al perro con sus patas delanteras rozando su cintura, notó enseguida como el enorme pene de Bill empezaba a introducirse dentro de su coño.

-No Bill - dijo Luis acercándose al perro - Ahí no.

Y colocó la punta de la enorme verga del can en el ano de Elsa, que gimió al notar ...