El tormento de Elsa (revisado) 49 a 51 - Relatos Eróticos

El tormento de Elsa (revisado) 49 a 51

... a las mujeres, las veces que ellas deseen, pudiendo orinarte en la boca, encima o donde queramos todos y cada uno de nosotros.

Elsa gemía, temblaba, Silvia lloraba ya sin control, el hombre que la estaba sobando se la había pasado a otro de los invitados y la había abrazado frente a frente, besando su boca y metiendola mano, notando su polla en la entrada de su coño pero sin ir más allá.

-Cada vez que uno de nosotros acabe en tu interior, Silvia correrá, se agachará como otra perra tras de ti, y lamerá lo que quiera dios que salga de tu agujero, después se retirará, y te follará el siguiente. También, podremos azotarte antes y despues de follarte, y a Silvia mientras lame tambien. Eso no es negociable. Os azotaremos donde queramos con lo que queramos. Obviamente, lo más cómodo será dedicarnos a vuestros culos y pies, así que a buen seguro, durante unos días, os costará sentaros y andar.

Silvia lloraba entre temblores y espasmos, Elsa gimió. Más azotes… Ya la daba igual.

.-Cuando acabe el último, habrá una grata sorpresa.

>>Dejaremos a nuestros invitados que empiecen.

Javier miraba de frente a su hija, sonriendo. Elsa, llorando, asintió, cogió aire, y miró a su padre sonriendo.

-Estoy lista papi. - giró la cabeza hacia atrás - Soy toda vuestra cerdos… destrozadme.

Y Excitados, sonriendo, los dieciséis hombres deseaban que llegase su turno mientras el primero, el más grande de los invitados a la cena, con una enorme polla, se colocaba tras Elsa, ...

... colocaba su polla en la entrada del ano de la niña y, agarrando sus caderas, fue metiendo lentamente la punta hasta que lo logró, sonriendo abiertamente cuando de un empujón violento, metió el resto haciendo a Elsa abrir mucho los ojos y gemir,comenzando a llorar mientras notaba el mete saca del hombre.

Elsa, gimiendo, notando su culo y su coño arder y este último chorrear semen, escuchaba detrás de ella las risas de todos los presentes y el llanto incontrolado de Silvia, que había visto como la violaban uno a uno todos los invitados, rápidos, duros, secos, lamiendo después el semen y orina que había salido de dentro de ella

Finalmente, el doctor, el último en follarsela, sacó su polla del coño de la niña, y sonriendo,vió como Silvia, que tenía el estómago lleno, lamia su corrida agarrando el culo de Elsa donde los varazos habían dibujado marcas carmesí desgarrando incluso la piel de la violencia de los azotes de uno de los invitados a la cena. Los pies de ambas también habían recibido su dosis de azotes, de hecho, mientras Silvia lamia, su padre azotaba sus plantas con el cinturón, y la niña apenas podía andar de como los tenía.

Cuando dejó limpió el coño de Elsa, la chiquilla levantó y la arrastraron tras ellos, la pusieron de pie, y la hicieron mirar el cuerpo de Elsa. El culo y los pies llenos de varazos, los agujeros abiertos… Silvia lloraba sin poder controlar el miedo de saber que ella podría estar igual al dia siguiente salvo que aceptaran el trato de Elsa, y ...