1. Mi hermano me folló gracias a su mujer


    Fecha: 24/12/2024, Categorías: Incesto Autor: jovenesalegres, Fuente: TodoRelatos

    ... es por el relleno.
    
    —No me extraña que terminarais follando entre hermanos, porque a mí también me estás poniendo.
    
    Su cuerpo se acercó al mío y, siendo un poco más bajita que yo, sus labios me rozaron el cuello.
    
    —¿Qué haces Marian? —pregunté sin hacer ningún amago por detenerla.
    
    Ella pegó su cuerpo al mío y me dio un tímido pico en los labios.
    
    —Si sigues por ahí, no voy a parar —le advertí—. Me da igual que estés casada con mi hermano.
    
    —Si eres como tu hermano dice, estoy deseando que empieces.
    
    Le puse la palma de la mano en la mejilla y la besé lentamente en los labios. Le aparté la melena a un lado y bajé con mi mano acariciándole entre sus pechos y bajando hasta su ombligo.
    
    Marian puso una mano disimuladamente sobre mi pecho, por encima del sujetador.
    
    —¿Sabías que tu hermano César aún se masturba pensando en ti?
    
    —¡Qué dices!
    
    —Sí, hasta alguna vez follando me ha hecho actuar como si fueras tú llamándome por tu nombre. ¡Toma Sara, toma Sara! —voceó impostando una voz masculina.
    
    —A ver si ahora lo vas a hacer tú —le dije picarona bajando una mano rozando sus braguitas.
    
    Ella suspiró y se contoneó sobre mi mano. Nuestras lenguas danzaron por dentro de la boca con más pasión mientras que le acariciaba el sexo por encima de la ropa. Podía notar el calor que emanaba de su excitación.
    
    Mi cuñada se sentó en el sofá y se dejó hacer excitada.
    
    De repente sonó la puerta, y sin darnos tiempo a hacer nada, apareció mi hermano.
    
    —Veo que os ...
    ... ha ido bien de compras... —dijo.
    
    —¿Tú no habías quedado con tus amigos? —inquirí.
    
    Marian me cogió de la nuca acercándome de nuevo a sus labios sin importarle que su marido nos hubiera pillado juntas.
    
    —Vaya conjuntitos más sexis. ¡Me encantan! —dijo él animado.
    
    Se sentó a la izquierda de su mujer contemplando cómo ambas nos dábamos el lote.
    
    —¿Así que aún te masturbas pensando en mí? —le pregunté.
    
    —Y más que lo voy a hacer tras veros así. Nunca he follado con nadie como lo hice contigo, hermanita.
    
    —Habrá que enseñar a Marian para que siga mis pasos ¿no? —dije sonriente.
    
    César le acarició los hombros a su mujer para luego amasar con sus manazas sus pequeños pechos. Pude comprobar por el rabillo del ojo que hacía todo esto sin dejar de mirarme a mí.
    
    Su mano bajó y coincidió con la mía sobre el sexo de su mujer. Apartó la prenda hacia un lado y jugueteó con sus húmedos labios vaginales.
    
    Se acercó y cuando vi que iba besar a Marian me aparté un poco. Él me miró con una súplica en sus ojos, y me acerqué para besarle. Su esposa se unió a aquel beso a tres lenguas.
    
    Con habilidad, le quité el sujetador, dejando sus pequeños pechos al aire. Eran apenas dos elevaciones en la piel coronadas por pequeños pezones oscuros.
    
    Sincronizados, los dos hermanos nos lanzamos a succionarlos.
    
    César se sentó en el sofá y su mujer y yo comenzamos a besarnos con pasión justo delante de sus narices.
    
    —Y yo, ¿qué? —imploró acariciándose el paquete por encima de la ...
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