Mi hermano me folló gracias a su mujer
Fecha: 24/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: jovenesalegres, Fuente: TodoRelatos
... prepucio, pero entraba con mucha facilidad por lo mojada que estaba.
Inició un lento mete-saca mientras que Marian, aún de pies, le besaba.
Excitado aumentó el ritmo mientras que mis pechos se balanceaban imparables. Él se estiró para apretármelos mientras que tenía todo su cuerpo pegado al mío.
—Si sigo así, me voy a correr... —avisó.
Escapé de su abrazo y le dije que se sentara. Como si fuera un muñeco, le levanté las piernas.
—Tú chúpasela —le dije a Marian.
Ella obedeció. Yo me agaché por debajo de ellos y, con habilidad, localicé su ano. Empecé a lamérselo, para luego seguir metiéndole la punta de la lengua todo lo que podía.
De repente Marian escupió.
—Joder Sara, ozú, le estás poniendo a tope. Casi me trago un buen goterón de líquido preseminal.
Se fue a beber agua y yo también me detuve.
César me miraba extasiado con el pene palpitándole y la respiración entrecortada.
—Así que vas contándole a la gente que cuando vivíamos juntos, follamos...
—Yo... Solo a Marian, que para eso estamos casados y tenemos confianza.
—Le tendré que contar a Luis —dije haciendo mención a mi marido— este jueguecito.
—No por favor. No quiero que tengáis problemas por nuestra culpa.
—¿Problemas? El cabrón es más pervertido que yo. Seguro que querrá cobrarse esto follándose a tu mujer.
—¿Qué?
—¿Qué habláis? —preguntó Marian al regresar.
—Nada, cosas de hermanos. —Salí airosa guiñándola un ojo—. Bueno ¿qué? ¿Estás listo para ...
... continuar?
—Sí, pero no creo que pueda aguantar mucho...
—Pues venga, le toca polla a tu chica. Túmbate guapa.
Mi cuñada me hizo caso y le pasé un brazo por encima del hombro a mi hermano.
—Vamos a dale amor.
Nos arrodillamos frente a ella, y nos fuimos turnando para comerle el coño. En un momento dado nuestras lenguas coincidieron sobre su clítoris. Aproveché para metérsela en la boca a César y besarle de forma pasional.
—Marian, ponte como yo —le pedí poniéndome a cuatro patas apoyando las manos sobre el respaldo del sofá—. Y tú... ves cambiando de coño cuando quieras, pero debes tenernos a las dos atendidas.
Mi hermano dio un par de golpes con su prepucio contra mi vagina, y me la metió de golpe. Con una de sus manos me sujetó de la cintura, y con la otra masturbó a su mujer.
Me giré hacia la derecha para ver la cara de placer de mi cuñada. Me estiré como pude para besarla, provocando que César me empotrara más fuerte contra el sofá.
—Venga, fóllate a tu mujer, que no creo que aguantes mucho más. Esta vez no hace falta que me imagines a mí. Me tienes aquí delante.
Excitado, corrió por metérsela en la posición de misionero. Parecía un animal en celo.
Desde atrás, les lamí como pude el pene entrante el y clítoris respectivamente, pero la posición no era muy favorable, así que me coloqué al otro extremo, viendo de frente cómo la penetraba.
Abrí la boca y saqué la lengua para provocarle.
—¡Me corroooooooo!¡Me corroooooooo! —gritó sin temor a que los ...