Confesiones del pasado y de siempre
Fecha: 02/01/2025,
Categorías:
Incesto
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30
... cuenta de lo que hacía, me quedé mirándole con mala cara, pero sin decirle nada, a ver si al verse descubierto dejaba de andar por allí.
—¡Pobre!, jaja. Yo también me di cuenta alguna vez de los mirones que suele haber por allí. Es que tu hija, con 13 años tiene ya un buen cuerpo y andaría echándole el ojo, jeje.
—Como las demás que andaban por allí. Es la lucha que tengo con mi hija. No veáis las cosas que se probaban, no sé cómo se atreven a ir así por la calle enseñándolo todo.
—Porque tienes buenos cuerpos para ello. Ahora no tienen complejos las crías y les gusta enseñarlo sin problema.
—Sí, ya lo sé. El caso es que cuando salíamos mi hija y yo, se me volvió a acercar este señor para decirme que le había gustado mucho mi hija y que me pedía permiso para tener relaciones con ella y poder casarse en el futuro.
—Yo me quedé con la boca abierta, toda sorprendida, sin saber si me estaba tomando el pelo o es que era realmente un trastornado, dándome un poco de miedo.
—Jaja, no es para menos- Es que hay cada uno……
—Mi hija se echó a reír, en parte halagada por sus palabras, pero sorprendida por su atrevimiento y yo pude reaccionar para decirle que mi hija era todavía muy joven para pensar en matrimonios y además con alguien tan mayor. Pero él siguió insistiendo en que muchas madres permiten a sus hijas iniciar esas relaciones, que él la iba a tratar muy bien y que estaba buscando una esposa joven como mi hija. Que no le importaba que no fuera virgen ya, ...
... porque sabía que a estas edades ya empezaban a tener sexo con chicos, pero que él la haría más feliz que ninguno, mientras miraba a mi hija como si fuera un pastelito, jaja.
—Jaja, menudo pervertido, ya me imagino lo asustada que estarías.
—Pues ya veis. Él nos decía todo eso con total naturalidad, como si fuera algo normal para él, por lo que yo, como pude, para quitármelo de encima le dije que tendría que consultarlo con mi esposo primero pero él siguió empeñado en acompañarnos a casa para hablar con mi marido.
–Menuda situación, amiga. Vaya cara que pondría tu marido al contarle todo eso que te pasó
—No le dije nada; me mata, porque encima me echaría la culpa a mí o a la cría por andar provocando con esa ropa que lleva. Yo estaba cada vez más asustada con este hombre, pero al final, después de muchas excusas, acabó marchándose, aunque tengo miedo de volver a encontrármelo otra vez por ahí o que vea a mi hija sola, aunque ella está ya acostumbrada a que le digan de todo.
—Bueno, al menos parecía educado, porque te pidió permiso para follar a tu hija y todo, jaja. No creo que le haga nada.
Y así seguimos animadamente la conversación entre nosotras, hasta que yo pasé a contar mi caso, (que como todos ya lo sabéis por mi primer relato “Recuerdos de mi niñez”, lo omito aquí).
Siguiendo luego las demás:
—Vero, algo parecido nos pasó a muchas. Yo también recuerdo mis primeros orgasmos con mi tío. Cuando me la metía, me llenaba toda, me quedaba como sin aire, ...