1. Confesiones del pasado y de siempre


    Fecha: 02/01/2025, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30

    ... con el cuerpo temblando por las continuas corridas que me provocaba al rozar mi clítoris y él se corría dentro de mí siempre que quería, porque ni siquiera había tenido la regla.
    
    Diciendo otra de las amigas:
    
    —En mi caso, no llegó a follarme, pero si me metía mano en cuanto tenía oportunidad y aunque me resistiera, siempre conseguía acabar con la mano entre mis piernas por dentro de las bragas y ya me derretía y tenía que dejarle sobarme.
    
    —Ellos saben bien como tocarnos para que acabemos abriendo las piernas. Cuando un hombre empieza a tocarnos la rajita de niñas, van notando cómo se nos va abriendo cada vez más y al final, no pueden evitar sacarse la polla para frotarnos con ella e intentar meterla un poco para ver si nos entra, hasta que la acaban metiendo toda. Todo eso es tan rico para ellos como para nosotras.
    
    —Así es. Si os fijáis, todo esto que nos pasó a nosotras, ahora les está pasando a nuestras hijas también.
    
    —Pues sí, aunque nos siga sorprendiendo, supongo que pasará siempre —nos dijo Andrea—. El otro día estaba yo con mi hija pequeña esperando para cruzar una calle y un señor al lado, venga a mirarla a ella, comiéndosela con los ojos.
    
    —Pero la pequeña tiene ahora 8 años ¿no?
    
    —Sí, pero ya veis que parece mayor y le llamaría la atención porque iba con una faldita cortita enseñando las piernas y como las tiene muy bonitas, por eso se quedaría mirándola.
    
    —Pero aun así, es una cría, por favor, ¡qué hombres!
    
    —Ya sabéis como son. Se excitan ...
    ... con cualquier cosa. Pues el caso fue que nosotras seguimos andando y el señor detrás sin quitarle ojo a mi hija y eso me estaba poniendo nerviosa a la vez que me causaba cierto morbo. Pero al llegar al portal de nuestra casa, me di la vuelta y le dije: (—¿Qué? ¿Quiere subir con nosotras?—). Él se quedó como desconcertado sin saber si se lo estaba diciendo en serio o era con ironía, pero luego me di cuenta de que ya lo había hecho más veces eso y alguna mamá le habría invitado a ir a su casa otras veces, no sé con qué intenciones, aunque supongo que sería alguna de esas…., para sacarle dinero al señor, dejándole hacer cualquier cosa con la cría. Ya sabéis que hay de todo y algunas aprovechan cualquier circunstancia para sacar provecho.
    
    —Qué gracia. Alguna vez he oído cosas de esas pero a mí nunca me pasó eso con mis hijas. Bueno, una vez sí que me comentó la mayor, que ya sabéis como va ahora con esos shorts cortitos que van enseñando el culo igual que todas las amigas, pues me dice que muchas veces los hombres mayores se quedan mirándolas o les dicen cualquier cosa y ellas tan felices.
    
    —Las miran a todas, aunque muchos no se atrevan a decirles nada.
    
    —Puede ser, yo si me doy cuenta de que siempre hay alguno mirando a las crías y a lo mejor alguna madre que esté necesitada accede a ese tipo de cosas.
    
    —Sobre eso, yo oí unos rumores sobre Esther, me lo contaron sus vecinas.
    
    —¿Qué te dijeron?
    
    —Que suben muchos hombres a su casa.
    
    —Bueno, mujer, está separada. ...
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