Cuando me tiré al profesor de la uni
Fecha: 11/01/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: DominusBleatus, Fuente: TodoRelatos
... bueno, luego te lo diré. Y puede que saborees alguno en tu boca…
Él se recuesta en el sillón, la chimenea encendida arroja una vaharada caliente en mi espalda desnuda mientras, arrodillada, cojo su erección triunfante y orgullosa y sin dejar de clavarle los ojos me la meto, por fin —la verdad es que tenía ganas—, en la boca.
Siento que se estremece al sentir lo caliente que tengo la boca, la humedad, mi lengua que se aplasta y acoge esa polla. Poco a poco me la voy introduciendo, en pequeños embates, ganando centímetros. Chupo y succiono todo lo que puedo, la mano haciendo presa en la base de la polla, y subo y bajo. Todo eso me pone cachondísima y no puedo evitar que una de mis manos vaya a mi entrepierna y le de unos tientos a mi clítoris que me palpita furiosamente. Siento que tengo los labios del coño hinchados, el clítoris duro y ligeramente prominente. Es bastante ancho, y lo atrapo entre dos dedos y presiono fuerte en una pinza que voy deslizando hacia fuera. Ese movimiento me vuelve loca. Estoy muy húmeda y un par de hilos de flujo caen al suelo entre mis piernas. Me remojo los dedos y sigo jugando con mi clítoris, notando el calor magmático del interior de mi coño como si fuera un horno. Pero me concentro en lo que estoy haciendo.
Sigo chupando esa polla tremenda y cada vez estoy más cerca de tragármela entera. Con práctica he aprendido a hacerlo, y antes tenía que forzar un poco para que pasara mi garganta. Ahora he aprendido a sacar un poco la lengua, ...
... ignorar la arcada, y alojar la polla en mi garganta cuando es bien grande. Casi no puedo hacerlo con la de Roger, porque es muy ancha. Por suerte mi boca se puede abrir más de lo que él seguro que habría calculado cuando le ponía boquita de piñón y me aplastaba los labios con el boli o el lápiz.
Subo, bajo, relamo, dejo que la saliva salga y le chorree. La polla le palpita, él gime y me pone las manos en la cabeza. Le cedo algo de poder, y de pronto está dirigiendo sutilmente la mamada. Me dejo, pongo mis manos en sus caderas, para que lo vea y se excite más, y me empieza a follar la boca. Sabe fuerte, a hombre, pero limpio. Piel y un poquito de acre genital. Me gusta su sabor. Empieza a aumentar la velocidad, y le dejo. Se va a correr, siento cómo se le compactan los huevos y se tensa. Me suelta. Muy considerado, pero no. Mis reglas. Su semen es mío. Quiero que lo sienta. Redoblo la velocidad a la que chupo apretándole las caderas hacia mí, clavándome la polla todo lo que puedo y lo escucho mientras gimo. Dice algo pero se le estrangula la voz cuando siento el primer pálpito de su polla. Me alejo hasta dejar solo su glande dentro de mi boca. Y me inunda. Tres, cuatro, cinco, seis, ¡siete putas veces! Siete chorros fuertes y algunos menores. Tengo la boca llena de semen. Su sabor ácido y dulce me sube por la nariz. Relamo con la lengua la punta de su polla y me la saco muy despacio, provocando algunos espasmos más.
Le hago ver que tengo la boca llena, la abro, le enseño su ...