Silvia 5 - Relatos Eróticos

Silvia 5

... Rene Marten cosecha 58. Durante aquella comida, nos fuimos conociendo un poco más, yo le conté mi vida huérfana había estudiado en la universidad y trabajaba como autónoma en mi carrera ingeniería informática, él era de origen Checo, su padre había sido militar en el régimen anterior y su madre era de Inglaterra, ya fallecidos ambos, se dedicaba a importación y exportación de diversos ramas comerciaba mucho con países del medio Oriente, por eso viajaba constantemente, las naciones de la zona eran emergentes, querían hacerse un hueco en la gama de nuevas tecnologías exportando artículos de muy buena calidad y a precios muy competitivos.

Tras el almuerzo, salimos a pasear, caminamos un buen rato, hablamos de un montón de cosas, política, economía, música, cine, pintura la tarde se fue pasando sin darnos cuenta, sentía dentro de mí un cosquilleo que me gustaba, mi mente me decía que fuese con calma, pero mi corazón me decía que era el ideal para mí, eran las mariposas en el estómago que sientes cuando un amor llama a tu puerta, la tarde fue cayendo y hablando y caminando llegamos a la puerta de mi casa, me daban ganas de invitarlo a que pasase y seguir la charla en casa, pero era demasiado pronto, nos despedimos en la calle y quedamos en vernos otro día, le dije.

- Llámame mañana te hare un hueco para charlar, te apetece?

- Si pero no puedo, mañana salgo de viaje voy a Pakistán tengo unas entrevistas de trabajo, a la vuelta te llamo y quedamos, te parece,

- ...

... Perfecto, espero tu llamada

Al despedirse hizo el ademan de quererme besar en la mejilla, yo me aparte un poco, era demasiado pronto para ese contacto, nos dimos la mano como buenos amigos y se fue

Ya en casa, me faltó tiempo para llamar a Irene y contarle todo, con pelos y señales ella nerviosa me preguntaba si habías llegado al más allá, le dije que no, tiene que esperar tampoco me lo había pedido y si llegase el momento le diría que no podía de momento que hacía poco me habían operado de, “cosas de mujeres” y que tenía que guardar un periodo de 3 meses para una total recuperación.

Después de aquella invitación, y de la charla que habíamos tenido mi interés por Henry aumento, sentí que me estaba enamorando, siempre estaba esperando que sonara el teléfono, con la esperanza de que fuese el, tras casi un mes de su ausencia, una tarde sonó el telef.

- Si Diga, Henry, donde estas,

- Acabo de llegar te estoy llamando desde el aeropuerto pero estoy de paso, dentro de un rato, 3 horas salgo para Londres, almorzamos juntos?

- Si, salgo para el aeropuerto, nos vemos en 15 minutos.

Al llegar al aeropuerto, lo busque y lo encontré en el quiosco de prensa, me acerque sin decir nada, le toque el hombro y al darse la vuelta me lance a su cuello y le di un beso de película, se sorprendió, me reí me agarre a su brazo y le dije muy bajito.

- Te eche de menos, Henry, te quiero.

- Valla recibimiento, vale la pena salir de viaje si te reciben asi siempre.

Con los brazos ...