1. Al principio lloró, gritó, y hasta suplicó para que se lo sacase.


    Fecha: 15/01/2025, Categorías: Gays Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    Al principio lloró, gritó, y hasta suplicó para que se lo sacase.
    
    Hace unos cuantos años atrás, yo tenía un amigo en el instituto, era a quien más confianza le tenía, y él a mí me apreciaba mucho, tanto que por vacilar me colocaba tras de él, y frente a todos, tomándolo por la cintura, hacía como si le estuviera dando por dé tras.
    
    Lo que, cuando yo le decía. “No te vayas a molestar que esto es tan solo un vacilón”, mi amigo simplemente se reía, y no le daba la menor importancia.
    
    Pero como de costumbre en ocasiones nos íbamos a mi casa, para pasar el rato, ya que, mi familia tenía un viejo almacén, el local era inmenso, lleno de viejas maquinas, así como de un gran tanque de agua, varias pequeñas habitaciones, las cuales estaban vacías.
    
    Bueno desde niños jugábamos en ese lugar, pero a medida que fuimos creciendo, fue nuestro mejor escondite, ya que mi familia jamás entraba.
    
    Era donde nosotros dos, y varios de nuestros amigos del instituto, y de nuestro barrio, nos escondíamos para ver un montón de viejas revistas pornográficas, en las que salían un sinfín de fotos mujeres desnudas, y en algunas de las revistas, se les podía ver teniendo relaciones, ya fuera con hombres, y hasta con otras mujeres.
    
    Desde luego que nos hacíamos la paja, pero en una de esas ocasiones, el pendejo de mi amigo manchó su pantalón con su leche, y cuando llegó a su casa y sus padres se dieron cuenta, y lo castigaron.
    
    Por lo que sus padres, le tenían amenazado con meterlo en un ...
    ... seminario, fue cuando a mí, de momento se me ocurrió, decirle. “ Quítate toda la ropa, la dejas colgada en uno de los percheros, de las oficinas, y luego haces lo que te dé la gana”.
    
    La verdad es que a mi amigo la idea le pareció magnifica, al fin y al cabo, los únicos que entrabamos a ese sitio, éramos nosotros, y ocasionalmente alguno de nuestros amigos.
    
    Además, en ocasiones nos bañábamos desnudos en el tanque de agua, y nadie se daba cuenta de eso, él se quitó casi todo, pero se quedó con los interiores puestos, hasta que, en tono de broma, le dije. “Mejor te los quitas, no sea que los ensucies, y tus padres te vuelvan a castigar”.
    
    Lo que me sorprendió a mí, fue que mi amigo siguiera mi recomendación, ya que no tan solo se quitó los interiores, sino que hasta las medias, también se quitó, quedando completamente desnudo, luego nos pusimos a ver varias revistas, y comenzamos hacernos cada uno la paja.
    
    Pero como al segundo o tercer día, en que él estaba ya del todo desnudo, yo también me quité toda mi ropa, y mientras veíamos las revistas, nos volvimos hacer la paja, solo que, en esos momentos, me di cuenta de que mi amigo no dejaba de observar mi verga, que es mucho más grande, gruesa, y larga, que la del.
    
    Así continuamos reuniéndonos, hasta que como a la tercera, o cuarta vez, le propuse que me hiciera la paja, al principio me dijo que no, pero nada más me bastó insistir un poco, para que, terminara diciéndome que sí.
    
    Por lo que a medida que él manoseaba mi ...
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