Me follaré a tu hija 2
Fecha: 17/01/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos
... crió. Podía intentar engañarla, igual que a mi prima, pero su marido tenía la foto que me delataba.
Mis escasas opciones de no ser repudiado por ellas pasaban por que mi tía no hubiera visto la foto y que yo actuara rápido. Mientras Rebeca se aseaba, escondí una webcam entre sus cosas con la idea de tratar de convencerlas de que Félix la había puesto ahí. Ese era el primer paso necesario. El resto dependería de lo que sucediera al llegar y de cómo pudiera defenderme.
Huir no era una opción. Le pedí a Rebeca que se encerrara en su habitación y que no saliera bajo ningún concepto. Después me senté a esperar. Fue una hora eterna durante la cual se me pasó de todo por la cabeza. No sabía lo que iba a suceder, pero tenía claro lo que yo debía hacer en cuanto tuviera la más mínima posibilidad. Cuando llegó Félix, el portazo que dio me dejó claro que iba a ser más que una simple discusión.
Apareció como una furia en el salón y se abalanzó sobre mí. Me cubrí la cara para evitar sus golpes y dejé que me insultara, esperando mi oportunidad. Yo gritaba más alto que él intentando que mi prima no escuchara nada. Seguía intentando darme un puñetazo en pleno rostro cuando llegó mi tía. Aproveché ese instante de confusión para agarrarlo yo a él, fingiendo querer quitármelo de encima, y le sustraje hábilmente el móvil.
- ¿Por qué os estáis peleando? - Preguntó mi tía.
- Que te diga este cabronazo lo que ha hecho. - Respondió su marido.
- No sé de qué está hablando.
- ...
... Mentiroso de mierda, tengo la foto. - Dijo Félix buscando su móvil.
- Tía, de verdad que no sé a qué se refiere. Se lo está inventando para echarme.
Félix buscaba desesperado su móvil, pero no lo encontraba, obviamente. Mi tía, que por suerte no sabía nada, le dijo que se lo habría dejado en el coche, pero él estaba convencido de que no y le pidió que le llamara, para ver si se le había caído bajo el sofá durante el forcejeo. No era mi intención llegar hasta ese punto, pero tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. Me acerqué con disimulo a la ventana y lancé el teléfono.
- ¿Chaval, que has hecho con mi móvil? - Me preguntó agarrándome el cuello.
- Suéltame, no estás bien de la cabeza.
- Félix, dime ya qué se supone que ha hecho. - Le preguntó su mujer.
- ¡Ha abusado de Rebeca! - Respondió.
- Sabía que me odiabas, pero no esperaba que te atrevieras a ir tan lejos.
- Es verdad, me has enviado una foto. - Replicó.
- Claro, y casualmente has perdido el móvil.
- Estás acusando al chico de algo muy grave. - Le dijo mi tía.
- Pregúntaselo a la niña. - Le contestó.
- Mamá, se lo está inventando. - Sentenció mi prima.
- Martín, ¿no ibas a pasar el fin de semana fuera? - Me interrogó Diana.
- Yo lo llamé para que volviera, me asusté con un ruido. - Aseguró mi prima.
Pese a pedirle que no saliera, Rebeca había aparecido en el momento oportuno para salvarme. Mi tía Diana se enfadó tanto con su marido que no parecía ella, nunca la había ...