El confidente de todos (5)- la visita al pueblo - Relatos Eróticos

El confidente de todos (5)- la visita al pueblo

... arriba, mi madre cogió su polla, mucho más pequeña que las de sus compañeros y al igual que con Guillermo le hizo una felación suave y con cariño, solo que Jorge apenas aguanto y le llenó la boca a mi madre de semen caliente.

Mi madre lo recibió con agrado y lo tragó todo, mientras aprovechaba para colocarse sobre Jorge haciendo un sesenta y nueve.

Jorge ahora parecía haber entendido lo que mi madre le pedía, y comenzó a comerle el coño con suma maestría, arrancándole varios gemidos de placer a mi madre, hasta que la hizo correrse.

Y al igual que había hecho ella con él, sorbió todos los flujos que de ella salieron, dejándoselo completamente limpio.

Los colegas de Guillermo ya no reían ni hacían comentarios humillantes, simplemente estaban alucinados con el show, pero entonces Guillermo les pidió que saliesen de la cueva que tenía que cobrarse su cuenta.

Estos a regañadientes le obedecieron, mi primo tenía una cara de atontado con una sonrisa infinita y al igual que los anteriores también se marchó.

Cuando Guillermo se quedó a solas con mi madre, se quedaron mirando unos segundos, parecía que nuevamente estuviesen retándose con la mirada, es como si Guillermo estuviese valorando cómo hacerlo, de manera salvaje o tierna, mientras mi madre parecía estar invitándolo a comenzar cuanto antes.

Estaban muy cerca uno del otro, cuando Guillermo, ¡cómo no! tomo la iniciativa, cogió a mi madre de los pelos y con un violento tirón la atrajo hacia él, mi madre fruto ...

... de la sorpresa y seguramente de la brusquedad usada y el dolor provocado, hizo que chillase y se llevase las manos a su cabello.

Guillermo: “dime zorra, como te gusta más, suave..."

Y mientras decía esto sin soltarla de los pelos le pasaba la mano libre por sus pechos, acariciándoselos de manera suave y dulce provocando que estos aún se endureciesen más si cabe.

Guillermo:"...o fuerte y salvaje"

Y diciendo esto cogió uno de sus pezones y se lo retorció con fuerza, provocando que mi madre nuevamente volviese a chillar y protestar por la fuerza empleada.

Lourdes:” seras cabron, ¿se puede saber a que juegas?…. Hayyyy me haces dañooo”

Guillermo:"¿Que decides?"

Mientras le decía esto le aflojaba un poco los cabellos para que pudiesen estar cara a cara, pero sin dejar de cogerlos, era evidente que quería demostrar quién era el que mandaba allí

Entonces mi madre nuevamente me sorprendió, ya que lo miro de forma dura como queriéndole recriminar la fuerza empleada o sus formas y le escupió a la cara.

La verdad que no me esperaba esa respuesta en mi madre, me quedé de piedra.

Guillermo volvió a tirar de los cabellos de mi madre haciendo que está se retorciese y nuevamente se agarrara el cabello intentando minimizar los daños.

Guillermo con la mano libre se secó la cara de forma tranquila, y después una sonrisa malévola cruzó esa cara y con una voz tranquila y segura contesto a mi madre.

Guillermo: “lo suponía, eres una zorra que le va la marcha, pues ...