El confidente de todos (5)- la visita al pueblo - Relatos Eróticos

El confidente de todos (5)- la visita al pueblo

... y por donde iba...

Tía:"ufff que va hija, mi marido y yo hace mucho tiempo que no hacemos nada..."

La voz sonó muy triste y apenada, mi madre pareció darse cuenta y no insistió con lo que pretendía ser un comentario jocoso, se había convertido en un comentario comprometido y fuera de lugar, pero mi tía continuo sin darle más importancia, sabía que mi madre no lo decía con mala intención.

Tía: “eso son estas camas viejas que los muelles se clavan en todos lados y como mi piel es tan sensible..."

Y ambas se rieron.

La verdad es que esa imagen de las dos haciéndose confidencias y hablando así me alegro me hizo sentir muy bien, esa felicidad se esfumó cuando me vino a la cabeza las imágenes de ayer, ambas mujeres habían sido sodomizadas sin su consentimiento, y aunque ambas parecían estar bien, algo en mi conciencia me decía que no estaba bien, que no me había portado correctamente, ¿Que me estaba pasando? ¿Porque me comportaba así? Sentía como una tristeza me embargaba, pero no es menos cierto que conforme las imágenes venían a mi mente, mi entrepierna reaccionaba y contra más sangre tenía en esa zona, más deseaba que volviese a pasar, es cuando me di cuenta de que disfrutaba viendo disfrutar a mi madre, ver cómo la penetraban y la hacían vibrar, como su cuerpo y en especial su vagina se adaptaba a esos miembros mucho más grandes que el mío.

Pero también me sentía mal por no ser sincero con mi primo, cuando él lo era conmigo, y porque el cabron de mi abuelo se ...

... comportaba así.

A media mañana, mi abuelo vino de la huerta, y se fue a duchar, después de eso bajo, salió al porche y se dispuso a leer la prensa como casi todos los días, no sé por qué, pero mi abuelo siempre estaba un poco distante, nunca hacia nada por integrarse, todo el mundo se preocupaba por el pero él nunca se preocupaba por nadie, o al menos eso parecía.

Así que decidí que tenía que hablar con él, necesitaba saber cómo era realmente, que intenciones tenía.

Yo:” abuelo, me gustaría hablar contigo"

El abuelo dejo de leer la prensa y me miró intrigado, para dejar el periódico en la mesa de manera enfurruñado.

La verdad es que el abuelo imponía, era bastante robusto y corpachón con una mirada dura y penetrante y muy serio de carácter, pocas veces lo había visto reírse, realmente estos últimos meses con lo de mi madre y mi tía son las únicas veces que lo recuerdo.

Abuelo:"y bien ¿dime de qué quieres hablar?"

Reconozco que el abuelo me imponía mucho respeto e incluso miedo, pero esta vez no tenía que sentirlo, debía ser convincente y seguro ya que el tema a tratar lo requería.

Yo:” creo que este no es el lugar adecuado...para hablar"

Mi abuelo me miró muy serio, bufó un poco y se levantó de su silla.

Abuelo:” venga vamos a dar una vuelta y me cuentas lo que sea que me quieras contar"

Tras un rato andando nos metimos por un sendero que se veía poco transitado, estábamos solos sin que nadie nos molestase, hasta que llegamos a un par de rocas ...