El confidente de todos (5)- la visita al pueblo - Relatos Eróticos

El confidente de todos (5)- la visita al pueblo

... momento Jorge me miró.

Jorge:” venga primito ayúdame"

Y ambos nos fuimos a la cocina a preparar los cafés, mientras las mujeres en la mesa se extrañaban de esa sombrosa colaboración por nuestra parte, más cuando nunca lo habíamos hecho, pero parecía haberles gustado el hecho de que nos ofreciésemos a hacerlo.

Una vez hechos cogí casi toda la burundanga que me quedaba y la eche en la tacita de la infusión, le di varias vueltas para que se disolviese y lo servimos.

Tras el café, no tardó mucho mi tía en sentir los efectos, la veía adormecida, bostezaba continuamente, hasta que se disculpó para marcharse a la sienta, momento que todos aprovechamos para levantarnos y que cada uno hiciese sus planes.

Reconozco, que esperando a que todos se marchasen de casa, se me hizo eterno, hasta que por fin estuvimos solos, mi tía y yo.

Subí rápidamente hasta su habitación, abrí suavemente la puerta, comprobé que estaba completamente a oscuras, se podía intuir que estaba sobre la cama, ya que podía ver la silueta de su cuerpo.

Yo:” tía, ¿tía me oyes?,¿estás despierta tía?"

No obtuve respuesta alguna, mi tía estaba profundamente dormida.

Entre en la habitación, a pesar de saber que no me oía, me acerqué con mucho cuidado me senté en un lado de la cama y comencé a zarandearla, quería asegurarme que la droga había hecho su efecto.

Yo:” tía, me oyes tía"

Mi tía no contestaba, su respiración era tranquila y relajada, estaba profundamente dormida, a pesar de los ...

... zarandeos que yo le estaba dando.

Después de comprobar que efectivamente estaba dormida, decidí encender la luz para poder observarla y comencé a destaparla, suavemente deslice la sábana con la que se había tapado, llevaba un pijama cortito en el que dejaba intuir unas curvas interesantes, estaba de lado pero la coloque boca arriba, no me fue fácil quitarle el pijama, pero por fin tras unos minutos de duro sufrimiento conseguí tener a mi tía completamente desnuda, y para mí sorpresa tenía un cuerpo precioso, mi polla reaccionó al instante, comencé a amasar ese par de peras que tenía a mi entera disposición, a pasarle mi mano por un coño mucho más peludo que el de mi madre, le abrí bien las piernas y jugué con su rajita un buen rato, incluso la masturbe primero con un dedo, luego dos e incluso un tercero, pero lo que más me gustaba era ver cómo se agitaban ese par de pechos mientras yo la masturbaba.

Saqué el móvil de mi bolsillo y decidí inmortalizar el momento, saqué varias fotos de mi tía en pelotas, luego masturbándola, jugando con sus pechos e incluso le metí mi polla en la boca y me hice varias fotos.

Tras un buen rato deleitándome con el cuerpo inerte de mi tía decidí pasar a la acción, ni siquiera me desnude, me baje los pantalones y cogiéndome mi congestionada polla la oriente a esa entradita tan peluda y con suavidad y cariño se la introduje hasta que sentí como mis pelotas hinchadas golpeaban la pelvis de mi tía.

Poco a poco incremente el ritmo, pellizcaba ...