Una Buena Ocasión 1
Fecha: 23/01/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos
Una buena ocasión 1
Damián era un chaval introvertido y normal, no destacaba en nada y sacaba notas mediocres, pero pasaba de curso.
Tenía dos hermanas mayores, Berta y Lucia de 20, que le trataban como tal, vamos como al hermanito pequeño que siempre había sido, algo que empezaba a fastidiarle, pero debía soportarlo resignado.
Y sus padres, que vivían para el trabajo, y no tenía mucho contacto con ellos desde que nació el, ya que se tuvieron que matar a trabajar para mantener a los tres hijos y su buena posición, a los que nunca les falto de nada.
Su vida era algo anodina, solo jugaba en el pc y no tenía la típica pandilla de amig@s, salvo Andrea, una chica discapacitada que iba en silla de ruedas, y Fermín, el típico gordito tímido. Solo estos dos, que a base de hacer los trabajos de clase, curso tras curso, habían entablado una amistad algo despegada. Solían charlar, pero no hacían nunca nada juntos, si no era para clase y no intimaban como las demás pandillas.
De los tres amigos, solo Fermín sufría bullying, y sus dos amigos hacían lo que podían por defenderlo, o sacarlo de típico corro que le hacían al pobre. A Andrea la respetaban al ir en silla de ruedas y tener mucho carácter, y a Fermín le temían un poco al ser alto, hecho que le libro siempre de sufrirlo el también.
Últimamente Damián tenía sueños con gente que no conocía de nada, en sitios que tampoco conocía, y se despertaba algo cambiado. Esas veces que le pasaba, al despertar, se notaba con ...
... más valor y más parlanchín, dejando a sus hermanas extrañadas, pero lo achacaban a las hormonas, ya que además las piropeaba sin poder evitarlo, mirándolas incluso con deseo y dándoles algún que otro azote en sus culos. Berta reía y se lo recriminaba, y Lucia hacia lo mismo, pero más seria y enfadada.
El pobre Damián no entendía nada, y cuando se empalmaba al mirar sus cuerpos, se iba al baño hasta que se le pasaba. Tampoco le había interesado nunca el sexo, y solo se había masturbado una vez, quedando algo decepcionado y asqueado se sí mismo.
-Qué tío, tiene las hormonas a mil.- dijo Berta, al oír como les había dicho lo guapas que iban, y ver como se fijó en sus pechos libres bajo el pijama.
-Se estará tocando, no le molestes.- le dijo algo seria Lucia, que era la mayor, más inteligente, pero menos cariñosa con nadie. La típica empollona seca y distante, pero que aún le daba algún que otra muestra de cariño a su hermanito, como Berta, pero a nadie más.
Berta en cambio era la típica chica dulce, muy crédula y que siempre había cuidado y jugado más con él.
Damián se miraba la polla tiesa y se levantó para echarse agua protestando y diciéndole a su rabo:
-¡Joder! ¡que son tus hermanas!.- y se la retorcía bajo el agua fría con rabia.
Estar empalmado le pasaba cada mañana, pero se esperaba, y cuando bajaba se iba a desayunar. Pero últimamente con estos sueños extraños, se levantaba y era verlas y piropearlas mirándolas descarado. Azotando el primer culo que ...