Noche verano
Fecha: 27/01/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Pieldemanzana, Fuente: TodoRelatos
... larga y unas braguitas.
Cuando salí, él estaba tratando de secar aquel pelo suyo sentado en el sofá. La ropa de mi hermano le quedaba bien. Le sonreí mientras le quitaba la toalla de las manos y me ponía frente a él para hacerlo yo. Me dejó.
Su pelo era duro, como compacto, extraño. Sentí sus manos en mis piernas mientras yo seguía empeñada en secar aquella mata de pelo medio rubio.
Un beso en mi vientre me hizo quedar quieta y apoyar mi frente en su cabeza. Sus manos comenzaron a subir por mis piernas, mis muslos. Se colaron bajo la blusa hasta alcanzar mis glúteos. Seguía besando mi vientre.
Mis pechos casi quedaban a la altura de su boca, los mordisqueó a través de la blusa. Me estremeció. Me sentí bien con aquellas caricias.
Siguió manoseado mi culo hasta arrastrar mis braguitas a media pierna. Subió la tela y sentí su aliento en mi pubis. Me tenía al rojo.
Su boca jugó con mi vello púbico mientras subía mi pierna hasta el sofá , dejándome a su disposición.
Lo sentí oler profundamente mi entrepierna antes de notar su lengua abrirse pasó hasta mi coño hambriento. Me afianzó cogiendo fuertemente mi culo, como para que no me escapara. Su lengua apartó mis labios mayores hasta llegar a mi clítoris. Abrí mis piernas y me dejé llevar.
Sabía lo que hacía, me estaba haciendo gemir de lo lindo. Mi coño estaba inundado y él no paraba de lamer. Mis piernas casi no me sostenían. Estuvo allí hasta que me arrancó un orgasmo que me hizo caer sobre el sofá, ...
... me acompañó con sus brazos hasta dejarme tendida boca abajo, casi agonizante.
Escuche el roce de tela y noté el calor de un miembro duro contra mi culo. Lo frotó arriba y abajo entre mis glúteos, yo solo tuve que levantarlo un poco para notarlo a las puertas de mi coño, aun sensible pero igual de hambriento. Lo hundió despacio, muy despacio, sin prisa. Hasta tocar fondo, hasta estrellar sus muslos contra mi culo.
Se quedó allí, en lo más profundo de mí, por unos instantes. Me dejó amoldarme a su miembro duro. Respiré profundamente antes de empezar a moverme bajo su peso.
Bajé mis caderas hasta casi sacarlo de mi para volver a subir, clavándome aquella cosa hasta sentirme llena. Sus manos en mis caderas me ayudaban.
Me moví lentamente, quería disfrutarlo entero y mucho tiempo, cuanto más mejor. Respiraba agitada a cada latido que contraía mi útero apretándolo en mis espasmos.
Poco a poco aumenté el ritmo. Ahora sus manos se habían echo dueñas de mis tetas y las apretaban dulcemente. Mis pezones podían romper la tela de la camiseta.
Entró mil veces en mi cuerpo, arrancándome largos gemidos, hasta que me hizo estallar de nuevo. Otra vez aquellos brazos fuertes me sujetaron en el delirio del placer.
Salió de mi cuerpo dejándome rendida en el sofá. Boqueando, tratando de buscar aire.
Se sentó a mi lado ,me daba tiempo, era un encanto. Acarició mi pelo suavemente, sentía el calor de sus manos en mi cabeza. Poco a poco volví a la realidad. Me giré quedando ...