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Jorge y Alejandra
Fecha: 27/01/2025, Categorías: Confesiones Autor: MartinyMarcela, Fuente: CuentoRelatos
... la mire un tantito la calentó. Se puso en cuatro y se untó nuevamente las nalgas con bronceador. Yo observando la escena desde adentro cuando mi puta esposa le ofreció el culo en esa postura al voyerista vecino de enfrente, éste sacó su pene duro y lo dejó a la vista de quién lo quiera mirar y se masturbaba como si estuviera en la intimidad de su habitación. Le hice un gesto a mi mujer para que mirase, ella se dio vuelta, acostándose boca arriba, se sacó la parte de arriba y quedó en topless. Alzó las rodillas y se abrió de piernas de cara al vecino que se hacía la paja viéndola. El muchacho ya tenía una erección más que respetable y Ale actuaba como si no pasara nada pero lo miraba y estaba excitadísima. Rato después se puso de pie, se tapó los pechos con una mano y con la otra se corrió el costado la riendita que tenía por malla y me mostró (va, a mí y al mirón más que nada) lo rápido que se bronceó. Una marquita sumamente erótica. La única parte blanca que quedó en su piel era lo que cubría esa mallita colaless. Me pidió que ponga música y así lo hice, simuló bailar un poco moviendo sus caderas y no pude más de la calentura, la tomé de la mano, fuimos a la cama y la cogí como en los viejos tiempos. No hizo falta que me la chupe largamente para que me provoque una erección porque con todo lo vivido en el balcón se me puso dura como un fierro. Ale también estaba más que caliente y mojadísima. Tales eran sus ganas que acabó antes que yo. Estaba feliz y yo ...
... también. Se puso en cuatro y la bombeé un rato más mientras le metía dos dedos en el culo. No pude resistir, se la saqué y le enchastré con mi leche las bronceadas nalgotas de Alejandra. La noté satisfecha como de hace tiempo no la veía disfrutar una encamada conmigo. Ya distendidos en nuestra cama me contó un secreto: se excitó al ver que ese hombre de barbita y pelo lacio algo largo se baboseaba con ella. Me suplicó que no me enoje por tal confesión pero yo lejos de ofenderme le dije que me hacía por demás feliz que a mi mujercita la deseen otros machos. Ale abrió grande los ojos y se puso feliz, entró en calor, me besó apasionadamente y se me montó poniéndome culo y concha en mi cara para practicarle un 69. Me adentré en sus carnes y ya tenía la verga lista para un segundo round. Todo ese morbo nos dio un plus de calentura y a mis 60 años encontramos un modo muy peculiar de encendernos sexualmente hablando. Ella se exhibía y yo me calentaba cuando mi rubia odontóloga se prestaba a provocar a otros sujetos. Soy consciente que tal vez sean mis últimas erecciones, el paso del tiempo no tiene marcha atrás, y me estoy haciendo la psicológica de que tarde o temprano me resignaré a ver a mi joven esposa ser enculada por otros tipos. Tal vez la cosa se ponga más hot, quiero averiguar si Ale se dejará culear por sujetos que a ella le gusten. Es joven, atractiva y tiene intacto su apetito sexual. Veremos hasta donde es capaz de llegar, pero ya será motivo de otra historia.