1. El Príncipe y la Periodista 14 - Placeres


    Fecha: 02/02/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: jessmartin, Fuente: TodoRelatos

    ... preparado para hacerlo, y junto a Rina la esperamos a la entrada del harem. Sonrío al ver como agacha la mirada al verme y como se sube a la camilla sin que tenga que ordenárselo.
    
    Me gustaría chuparle los pezones para ponerles duros y luego perforarles, pero le hago una señal a Rina para que sea ella la que se encargue.
    
    Por la forma en que Rina le sonríe a Rose, me resulta evidente que no es la primera vez que están juntas. Observo como se lleva uno de los pezones a su boca, provocando que la falsa pelirroja comience a gemir de inmediato.
    
    “No se que habrá estado haciendo, pero ya está bastante excitada;” comenta Rina mirándome.
    
    Llevo mi mano a su coño, y con tan solo un ligero toque todo el cuerpo de Rose se estremece. Le tiene hinchado y abierto, y no tengo duda de quien se la follado.
    
    “¡Maldito Bungami!” exclamo, provocando que Rose se ruborice mientras Rina suelta una carcajada.
    
    “Iba a decirte que te iba a doler, pero con la excitación que tienes, no creo que lo notes;” le digo agarrando un pequeño aparato de la bandeja, acercándolo a uno de sus pezones. Acciono un botón y una aguja al rojo sale atravesando el pezón y retrayéndose de inmediato.
    
    Rose apenas suelta un grito, y antes de que se dé cuenta estoy colocándole el piercing, sé que Lady Stephanie quería que la colocase los simples aros dorados, pero es una esclava del Emir y debe ir adornada de acuerdo a ese rango cuando visite a las tribus.
    
    Le coloco dos cadenillas elaboradas con hilo de ...
    ... oro y caltenio, con un intrincado diseño que resaltan contra la piel clara de Rose. Un diseño similar es el que coloco en su clítoris después de perforarlo y llevarla al orgasmo.
    
    Mientras Rina corta el cabello de Rose dejándolo justo por los hombros, yo tatúo la flor de Dina en su pubis, una marca de esclava usada en las tribus desde hace siglos. Oscurecemos el contorno de sus ojos, y delineamos sus labios de otra manera, de forma que a cualquiera que la vea le resulte imposible reconocer a la periodista Rose Wagner.
    
    “El maquillaje debería durar un mes, aunque te bañes, sudes o hagas cualquier otra cosa;” le comenta Rina.
    
    Cuando Rose me ve abrir un cofre y empezar a sacar joyas me mira extrañada.
    
    “Son las joyas que te regaló Demir y el brazalete que te entregó Karim;” me dice Lady Nabila, “Aumentarán tu estatus.”
    
    Después de colocarle las joyas, recojo un collar metálico y le acerco a su cuello, notando como su cuerpo tiembla, una cosa es jugar a ser una esclava y otra muy distinta llevar un auténtico collar de esclava.
    
    (punto de vista de Rose)
    
    Cuando me miro al espejo no me reconozco, parezco otra persona completamente diferente, no me parezco en nada a Rose Wagner, mi reflejo me recuerda a Enke o a Rina, a una esclava de placer entrenada.
    
    Me veo espectacular luciendo las joyas que me regaló Demir, aunque llevo sus dos brazaletes en el brazo derecho, en el izquierdo llevo el que me dio Karim. Mientras admiro mi reflejo no puedo evitar pensar que con el ...