El Príncipe y la Periodista 14 - Placeres
Fecha: 02/02/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: jessmartin, Fuente: TodoRelatos
... Bungami vierte abundante lubricante en mi coño y sobre su polla, y agarrándome por la cintura, lleva su polla a mi coño y comienza a introducirla lentamente.
Quiero gritarle que se detenga en la misma medida que quiero gritarle que me fólle más fuerte, pero me muerdo los labios para no hacer ninguna de las dos cosas. Siento como las paredes de mi coño se separan, provocándome una sensación de dolor que desaparece al instante cuando se cierran contra su polla, nunca he tenido nada tan grande en mi coño y no creo que lo tenga.
Bungami mantiene un ritmo suave y lento, siendo consciente del tamaño de su polla, haciendo que me pregunte lo que puede causarle a una mujer si se la folla de forma violenta y dura.
Alcanzo un nuevo orgasmo, y justo en ese momento, Bungami se sale de mi coño y se tumba sobre la cama haciéndome un gesto para darme a entender lo que tengo que hacer.
Me está pidiendo que me empale yo misma en su polla, y lo hago sin pensarlo, deseando disfrutar del placer que estoy sintiendo. Desciendo lentamente, ayudándome por mis manos, guiando la polla a mi coño a la vez que impido caer completamente sobre ella.
Cierro los ojos entregándome al placer, me siento completamente llena, pero sé que todavía no tengo toda su polla en mi coño.
“Abre los ojos y mira hacia abajo;” me dice Bungami.
Le obedezco y suelto un grito al ver que todavía quedan al menos otros diez centímetros de polla fuera de mi coño.
“No voy a dejar de follarte hasta que toda mi ...
... polla esté dentro de tu coño;” me dice Bungami. “Aunque eso suponga llevarte a una docena de orgasmos.”
Estoy agotada por el placer, no creo que sea capaz siquiera de aguantar otro orgasmo sin desmayarme, pero al mirar el rostro de Bungami y ver su sonrisa entiendo que no está bromeando. Levanto mi cuerpo sobre su polla unos centímetros y me dejo caer de golpe, empalándome un poco más cada vez, al mismo tiempo que suelto un intenso grito.
Después de otros diez minutos, no estoy cerca de tener toda su polla en mi interior, y Bungami parece comenzar a impacientarse, agarrándome de nuevo por la cintura me tumba boca abajo sobre la cama, se sube el también a la cama y apoyando sus manos al lado de mi cuerpo comienza a follarme de nuevo.
En esa posición la polla de Bungami no tarda en ir entrando cada vez más con cada envite, asustándome al pensar que ya no puede ir más profundo, hasta que de repente siento su cuerpo golpeando con el mío, provocándome una sensación de euforia y victoria que se transforma en un orgasmo, un orgasmo que parece no tener fin hasta que Bungami suelta un gruñido y comienza a correrse en mi coño, saliéndose luego de él para soltar sus últimas cargas de semen sobre mi cara.
“Me prometí aquella primera noche cuando la vi masturbarse en el jardín que acabaría follándomela, señorita Wagner;” me dice Bungami levantándome de la cama. “Y tengo que decir que he disfrutado mucho más de lo que esperaba;” añade arrojándome a la piscina.”
Salgo de la ...