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Mi Vecino Superdotado [16]
Fecha: 03/02/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Nokomi, Fuente: TodoRelatos
... entiendo. No puedo encontrar placer en algo así. Sin embargo, se estaba masturbando junto a su novio. Él pareció no darse cuenta de esta acción. Seguía mirando como su novia le practicaba sexo oral a otra mujer. Malik sujetó a Paulina de la cintura y empezó a darle cada vez más fuerte. Ella chilló, ya de puro gusto. La verga comenzó a hundirse más y más. A Silvana le resultó hipnótico ver desde tan cerca como ese miembro desaparecía casi por completo dentro del culo de su amiga y luego volvía a salir. Cada penetración era más dura que la anterior, porque Paulina así lo pedía. Suplicaba que le dieran duro, y que Silvana le chupara más la concha. Ella obedeció a su amiga y comenzó a tragar una gran cantidad de jugos vaginales. —Ahí me acabó en la boca —dijo Silvana—. Pensé que esta parte te iba a calentar tanto que me suplicarías que llame a Paulina. Y si querés la llamo. No tengo problemas. Ella podría estar acá en cuestión de minutos. ¿Qué te parece? —Mejor no. No me gusta mucho eso de meter otras personas en medio de la pareja. —Ay, perdón amor. No tenía intención de que te sintieras excluido. ¿Sabes una cosa? Hasta hubiera aceptado hacer un trío con Paulina, para que vos la pases bien. ¿De verdad no querés? —No necesito otra mujer, Silvana. Con vos me basta y me sobra. Silvana se sintió como una absoluta mierda. Estaba haciendo sufrir a su novio y él ni siquiera sabía las otras cosas que había hecho en los últimos días. Aún así… no podía evitar ...
... sentirse sumamente excitada. «Basta, Silvana. Ya fue suficiente». Le dijo la vocecita de su cabeza. «No puedo. Juro que no puedo». El morbo es adictivo. Detener esto requiere de una fuerza de voluntad que Silvana no posee. La escena volvió a cambiar y con eso se fue la última oportunidad de detener toda esta locura. El culo de Silvana apareció en primer plano y esta vez era Paulina la que tenía la cabeza entre sus piernas. «Dale, Malik. Metela… hasta que aprenda a no tenerle miedo a las vergas grandes». «Despacito, por favor», pidió Silvana. A Renzo le resultó curioso que su novia no se negara. Parecía estar totalmente de acuerdo con que Malik la penetrara otra vez, siempre y cuando lo hiciera con cuidado. Con el corazón en la garganta vio cómo a su novia volvían a darle una buena dosis de poronga negra y venosa. Mientras Malik se la enterraba, Paulina comenzó a chuparle la concha. Ahora el juego lésbico estaba completo. Las dos mujeres se habían brindado placer oral la una a la otra. Silvana comenzó a gemir y movió su cadera acompañando el rítmico movimiento del senegalés. Renzo se sorprendió al ver que en esta ocasión la verga se abrió paso con relativa facilidad. Después de cuatro o cinco embestidas, consiguió entrar hasta la mitad. «Hasta ahí… hasta ahí —dijo Silvana—. Uf… ya no puedo más. Les juro que no puedo más». —Y lo dije muy en serio —le comentó a su novio, que miraba pálido toda la escena—. Sentía que la concha se me iba a rasgar en ...