Barbacoa de pollas - Relatos Eróticos

Barbacoa de pollas

Con este chico había estado un par de veces y era algo más joven que yo y había disfrutado de su compañía, le pregunté si iba a haber tema y me contestó que eso sería cosa mía.

Me quedé con bastante intriga pero no quise preguntar más y lo que me interesaba en principio era tener un sábado ocupado, así que como cortesía me ofrecí a llevar algo cosa que mi colega me comentó que estaba invitado a todo.

Para la ocasión me pego un repaso a mí depilación completa por si habría tema, y me vestí con un pantalón corto y una camiseta, como no sabía si habría alguien más no me atreví a ponerme la lencería femenina que me gusta llevar habitualmente.

A las cuatro de la tarde llegamos a el sitio en cuestión donde así va a hacer la barbacoa, era un chalet unifamiliar y hay es cuando pregunté a mi colega que el que vivía ahí tendría pasta, este se rió y dijo que el tema era pasar una buena tarde de barbacoa y que lo de menos era de quién era la casa.

En la entrada de la casa había un coche solamente y la puerta de acceso a la vivienda estaba entornada con solo empujarla pasamos adelante mi colega estaba claro que conocía la casa así que fui detrás de él hasta el salón.

Bueno qué te parece me preguntó pinta bien contesté yo, se empezó a quitar la ropa que tenía mientras yo me quedé un tanto impasivo hasta que me dijo a qué esperaba, mi colega tenía una polla más o menos como la mía entre dieciséis diecisiete centímetros y normalita también le gustaba ir depilado y por lo ...

... que yo sabía de él era versátil.

No perdí tiempo y me quite la ropa sin preguntar nada él me aclaró que no me había dicho nada pero la barbacoa era de temática naturista y que con el buen día que hacía estaríamos cómodos así.

Cuando nos dirigimos a la parte de atrás donde se encontraba el jardín había dos hombres tumbados en una colchoneta inflable de gran tamaño cubierta por una sábana.

Al saludar mi colega los dos hombres se levantaron, rondarían los sesenta años ambos con entradas pero con bastante pelo blanco y sus genitales completamente depilados teniendo vello por el cuerpo uno de ellos el más robusto me diría unos setenta y cinco con algo de sobrepeso y el otro algo más bajo y delgado.

Mi colega besó al más corpulento primero los labios y luego su beso se hizo más íntimo mientras aquel hombre le sobaba el culo con ganas, con el segundo hizo lo propio y esta vez fue mi colega el que manoseó el culo del otro hombre.

Bueno preséntanos a tu amigo, mi colega ya tenía la picha tiesa y los dos hombres ya empezaban a tenerla morcillona, yo mismo me presenté al más corpulento acercándome hasta el diciéndole mi nombre y ofreciéndole mi mano, que sujetándola me atrajo hacia él comentándome que si me encontraba incómodo entre ellos era el momento de decirlo e irme y que estaba entre colegas para decidirlo yo.

Evidentemente sabía que la barbacoa nudista no era otra cosa que una quedada para mantener sexo, los dos hombres que parecían ser los anfitriones no me ...