Barbacoa de pollas - Relatos Eróticos

Barbacoa de pollas

... desagradaban y además estaba alguien con el que ya había mantenido sexo un par de veces así que le contesté que me quedaba a la barbacoa.......... que tenía pinta de que iba a ser entretenida.

En aquel momento el hombre corpulento me cogió por la nuca y me atrajo hacia su boca entregándome y dando el visto bueno, mientras este me sobaba el culo con auténtica lujuria, sintiendo al otro hombre que por detrás me cogía mis pezones pellizcándomelos mientras restregaba lo que ya intuía una polla tiesa.

Automáticamente el corpulento me entregó a su amigo para fundirme en otro beso húmedo, mientras le escuchaba como decía que yo ese día iba a ser la putita de la fiesta.

Me separé del hombre aquel y el corpulento me dijo que si estaba de acuerdo en ser la putita y que era mi última oportunidad para echarme para atrás mientras se meneaba una polla aproximadamente de dieciocho cm gorda y bien cabezona mientras su amigo tenía una polla más o menos de mi mismo tamaño.

Como respuesta aquella última pregunta y dado que ya estaba es citado me agaché agarrándome a sus piernas y empecé lentamente a pasarle mi lengua por sus huevos mientras le miraba a su cara para luego continuar lamiendo el tronco de aquella polla hasta dejarla bien y salivada y empezar la mamar follándome yo mismo mi boca, lo hice durante cinco minutos hasta que hice lo propio con su amigo.

Bueno parece que ha quedado claro comentó el corpulento, nos fuimos los cuatro a la colchoneta donde todos con todos ...

... empezamos a chupar la polla del prójimo mientras compartíamos besos entre nosotros, enseguida sentí como mi ojete estaba siendo lubricado por alguna lengua y teniendo cerca el culo de mi colega se pare sus nalgas y hice lo propio incrustando mi lengua para lubricar aquel ojete que ya conocía.

Me di cuenta que estábamos emparejados mi colega con el hombre más delgado y el corpulento era el que me estaba preparando mi ano ayudándose con la yema del dedo para poco a poco ir dilatándolo.

Era una sinfonía de jadeos y respiraciones agitadas todo ello con una temperatura más que agradable y al aire libre, colocándome de medio lado mi anfitrión empezó a penetrarme colocándose él de rodillas y el delgadito poniéndose también de costado pego su culo a mi cara para que mi lengua juguetease en su esfínter mientras empezaba a follarse a mi colega.

La follada estaba en rino apogeo yo gimiendo como una putita y mi colega no era menos mientras los anfitriones que ejercían de machos cada vez aceleraban más el ritmo.

Poco a poco fueron cansándose y intercambiaron puta siendo yo ahora colocado de a cuatro y perforado por el delgadito, esta polla era más normal de tamaño y entró de un solo golpe empezando poco a poco a subir el ritmo.

Mientras mi colega se encontraba boca arriba con las piernas en los hombros del corpulento embistiéndole con fuerza y soltando unos pequeños gritos cada vez que le clavaba hasta las pelotas, estando los mi colega y yo dándonos la lengua mientras ...