Barbacoa de pollas - Relatos Eróticos

Barbacoa de pollas

... estábamos siendo bien folladas.

Primero fue el corpulento al que dio signos de que se aproximaba su corrida empezando a jadear bruscamente y golpeando cada vez más fuerte a mi colega para sacarla de golpe y quitándose el condón empezar a regar la zona genital y la tripa de este, cuando ya estaba terminando es el delgadito el que hace lo propio mientras ahora empiezo a chupar la polla recién corrida del corpulento para saborear lo que todavía le queda dentro, y como si estuviese todo preparado el delgado hace lo propio dándome para chupar su polla y escurrir sus últimas gotas.

Quién va a ser la putita buena y va a limpiar a su colega, soltó el corpulento había una gran cantidad de leche repartida entre la polla inglés y tripa de mi colega así que empecé limpiando la que se encontraba en su polla e inglés para luego como sí de un sorbete aspirase a su tripa para por orden del más delgado compartirla en un beso de leche con mi colega.

Más me llamó la atención todavía cuando los dos anfitriones me ayudaron a terminar de limpiar la tripa de mi colega mientras repartían su leche conmigo y entre ellos calculando que yo solita me tragué más de la mitad más la mezcla de salidas.

Empezaron las risas lo putita y se usa que parecía yo y que lo íbamos a pasar genial tomamos un trago para quitar el gusto a semen mientras unos a otros nos chupamos la polla y nos besamos apasionadamente ahora más emparejado con el delgado.

La polla de mi colega estaba tremendamente tiesa ...

... no así tanto la mía que ejerciendo de pasiva solía estar más flácida.

Pasó una hora aproximadamente tomando unos tragos chupando y besándonos, fue el momento de darnos una ducha refrescante y lavar mi agujero cosa que mi colega también hizo lo propio yéndonos los dos baño juntos, mi colega estaba contento porque decía que me estaba portando bien y que eran unos tíos de puta madre aunque completamente gays y ambos versátiles por lo que si quería follarme alguno no tenía ningún problema pero que en cualquier caso yo tenía que ser como ellos lo habían dicho la putita.

Después de la ducha refrescante, nuestros anfitriones los dos tumbados boca abajo y con las piernas muy abiertas sin decir nada los estaban ofreciendo sus agujeros así que yo empecé a comerme el del corpulento para luego cambiarlo por su amigo y así estuvimos un buen rato hasta que mi colega poniéndose un condón que empezó primero a follar a delgadito y luego al corpulento.

Parecían disfrutar los tres de lo suyo mientras yo me besaba con mi colega y de vez en cuando comía su ojete.

Cuando la respiración más agitada de mi colega anunciaba su inminente corrida el más delgado dijo que lo hiciese sobre mi lengua así que me senté y espere a que sacando la polla y quitándose el condón empezase a echar sus primeras andanadas en mi lengua que fui recogiendo y tragando hasta meterme hasta el fondo aquella polla que ya había saboreado algunas veces.

Continué besando a los dos anfitriones y a mi colega que me ...