Barbacoa de pollas - Relatos Eróticos

Barbacoa de pollas

... agradecían una vez más lo implicada que estaba como puta y que lo estaban pasando genial.

Serían las siete de la tarde aproximadamente cuando estando yo boca abajo hoy una voz que no era de ninguno de los tres hombres a mí espalda girándome me pareció ver a un tío sobre mi edad bastante grande que ya estaba completamente desnudo los dos anfitriones y mi colega se levantaron besándose con él efusivamente la boca.

Bueno esta es la putita de todos anda levántate y saluda al siguiente que te va a follar, me levanté y como había hecho con los demás me besó apasionadamente mientras mareaba mis nalgas y su lengua en salivaba mi boca durante un par de minutos que casi me cortan la respiración, venga putita sácame punta al lápiz, tenía una polla sobre dieciocho o diecinueve centímetros muy venosa con un capullo sonrosado unas buenas pelotas y como los demás también depilado, me la metí directamente la boca y la empecé a mover con devoción hasta que pidió que parase y luego separando sus piernas se inclinó abriéndose con las manos ambas nalgas, no tuvo que decir nada y me comí su ojete un buen rato.

Vamos perrita voy a encender la barbacoa que no solo vas a comer polla sino también comerás algo más de carne así que fui detrás de él y mientras encendía el fuego me estuve comiendo su rabo y sus huevos pasando de vez en cuando a buscar su escroto y su ano así durante un rato hasta que el fuego estuvo ya encendido, momento en el que me llevó a la colchoneta y primero de a cuatro ...

... sin prácticamente miramientos y lubricándome con sus gruesos dedos empezó a follarme.

Mi colega estaba detrás de este comiéndole el culo mientras los anfitriones acariciaban su pecho y su cuerpo y se besaban con lengua todo como si estuviesen adorando al macho alfa.

Durante un cuarto de hora por lo menos estuve vistiéndome dejándome el ojete destrozado hasta que decidió correrse en mi boca echando la primera andanada en mi cara para luego empezar a escupir un montón de leche en mi boca más espesa que las que había tragado hasta aquel momento, después de cinco minutos escurriendo aquella polla y dejarla bien seca mi colega limpió mi cara tragándose los dos goterones que tenía en ella.

Mientras yo me fui a refrescar mi ojete el que ahora ejercía de putita era el corpulento que chupaba aquella polla con pasión manteniéndola lo más tiesa posible mientras mi colega le abría las nalgas para meterle bien adentro la lengua.

Cuando regrese del baño se lo estaba follando boca abajo con las piernas abiertas mientras el amigo de este el más delgado era ahora el que le comía el ojete siendo el corpulento el que se estaba comiendo la polla de mi colega.

Cuando se fue a correr lo hizo sobre la espalda del corpulento siendo en este momento mi colega y el amigo del corpulento los que limpiaron la leche de su espalda y yo terminé de escurrir la polla de aquel macho alfa con mi boca, ..... la carne ya estaba puesta en el asador y aquí vino un pequeño descanso aunque era más bien ...