Después de montar a caballo, el caballerango me montó.
Fecha: 25/02/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
... verme me saludó y me dijo. “Si quieres me encargo de bañar y alimentar al potro.”
Yo le dije que no se molestase, que yo mismo lo haría, así que, tomando la manguera, le di un rápido remojón al animal, pero justo antes de que comenzara a pasarle el cepillo al potro, noté que él no quitaba la vista de mis nalgas.
Fue cuando me comentó, que se me podían dañar las botas y el pantalón de montar, con tanta agua.
Lo que en parte me pareció bien razonable, y como a esa hora ya no iba a llegar más nadie, sin pérdida de tiempo me quité las botas las medias y el pantalón, quedándome con el pequeño interior que estaba usando y la camiseta.
Yo continué bañando al potro al tiempo que lo cepillaba, por lo que también yo me mojé completamente, durante todo ese tiempo, sentía como el caballerango continuaba observándome las nalgas.
En una de esas se me acercó por dé tras diciéndome. “Mira no lo estas cepillando bien.” Justo en ese instante colocó su mano derecha sobre la mía que sujetaba el cepillo, mientras que con su mano izquierda la colocó sobre la izquierda mía, diciéndome. “Lo mejor es que te pegues más al potro.”
Tras decir eso presionó su cuerpo contra el mío, haciendo que prácticamente mí pecho pegase contra las costillas del potro.
Yo me quedé de lo más tranquilo, como si fuera la cosa más natural del mundo que me él tuviera así.
Acto seguido comenzó a mover su mano de manera circular sobre el costillar del caballo, mientras que con la otra mano dirigía ...
... el chorro de agua de la manguera, prácticamente contra nosotros dos.
En esos momentos comencé a sentir esa cosa dura y caliente contra mis casi desnudas nalgas, y de inmediato me dijo, prácticamente lamiéndome mi oreja. “Dejemos de juegos tontos, tú tienes algo que me vuelve loco, y yo tengo lo que tú quieres. Así que no perdamos el tiempo, te parece.”
Sus palabras resonaron en mis oídos, así que sin decir ni esta boca es mía, solté tanto el cepillo como la manguera, y de inmediato me desprendí de mi mojada camiseta, así como de mi pequeño slip, quedando por completo desnudo ante él.
Al ver lo que yo estaba haciendo, mientras él se terminó de quitar los pantalones cortos que estaba usando, yo le di la espalda, de inmediato sentí su miembro nuevamente contra mis nalgas completamente desnudas.
Lo escuché decirme. “Así me gusta, ahora separa un poco las piernas y trata de relajarte.”
Obedientemente hice todo aquello que me indicaba, apoyándome contra el potro, separé mis piernas y esperé.
A los pocos segundos comencé a sentir contra mi esfínter, esa cosa dura y caliente que poco a poco ejercía presión, a medida que me fue penetrando, fui sintiendo un gran dolor, algo con lo que no contaba.
Pero aun y así permanecí en silencio, como quien dice gritando para dentro, lentamente fui sintiendo, como su miembro centímetro a centímetro me iba penetrando.
Sus grandes manos me sujetaban por las caderas, pegando más y más su negro cuerpo al mío, hasta que todo su ...