La esposa del cornudo (XVIII): Comida y sexo
Fecha: 26/02/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MaestrodeJazz, Fuente: TodoRelatos
... propuse lo de ir al hotel de Antequera con Theo y Thael… aquellos chicos mulatos… ¿recuerdas? No me diste opción a nada, ni siquiera quisiste ir a conocerlos…
- Lo dices por eso…
- Yo sé que me pasé por no haberte avisado, aunque solo pretendía darte una sorpresa, que pensaba que te podía gustar… Esto de ahora, con algunas diferencias, me parece una situación parecida… en la que tú has actuado diferente…
- Las cosas pasan cuando tienen que pasar… Yo no sabía lo que haría en el club, créeme que no te miento… que para nada yo sabía lo que he terminado haciendo… y es algo que sí le he reprochado a Luís. De haberlo sabido, creo que me habría negado a ir, como hice contigo…
- Si entonces hubiéramos ido directamente a Antequera… sin que yo te hubiera avisado… ¿podría haber ocurrido... eso de dejarte arrastrar... como te ha pasado ahora?
- No puedo decírtelo, Andrés… Eres mi marido pero no tienes el carácter dominante que hace que yo me deje arrastrar…
- Pero ellos, los mulatos, sí parecían tener ese carácter…
- Te he dicho antes que hace tiempo que sé que yo debo evitar ciertas situaciones cuando dudo de hasta dónde puedo llegar… Porque luego no me gusta arrepentirme…
- Y si te lo hubiera propuesto ahora, con todas las nuevas experiencias que has vivido… ¿me dirías lo mismo?
- No puedo decirte como reaccionaría… Solo han pasado unos meses, pero también he evolucionado, lo sé. Pero ni se te ocurra empezar otra vez con eso que acabo de volver de Madrid y ...
... todavía tengo que acabar de digerirlo…
- Te prometí que nunca haría nada parecido sin tener tu permiso…
- Es muy tarde, Andrés, deja ya de inventar…
- Gracias por haberme compartido todo lo que hiciste y también lo que piensas. Aunque te haya insistido en estar, sabes que estoy contento con saber que lo has disfrutado… y con que me lo cuentes. Y ya voy a callarme…
Los pezones de Sole estaban levantados y aparecían desafiantes bajo su pijama, sin duda por culpa de toda la caliente conversación que habíamos tenido…
- Antes creí que me dirías que hacía muchos días que no follamos ni nada y que por eso estabas enfadado… Que mientras te he tenido a dieta, yo he estado con varios hombres.
- Sé cómo has llegado de Madrid… puedo esperar unos días más, Sole… Pero si quisieras enseñarme tu coñito y tu pubis depilado, prometo hacer algo que te pueda gustar…
Ella esbozó una sonrisa, sabiendo que, a pesar de la hora que era, ambos estábamos excitados y nos merecíamos acabar con el placer que nos daría un“cunnilingus” a los dos. Y que particularmente yo me moría de ganas de practicarle, sabiendo que mi lengua encontraría una textura nueva en el pubis todavía depilado de Sole...
Yo no tenía pantalón que quitarme pues llevaba toda la noche desnudo de cintura para abajo. Sole puso un brazo en mi hombro y enseguida me condujo bajo las sábanas, dejando fuera solamente mis manos, que acababan de agarrarse a sus tetas solo un segundo antes, pero que enseguida bajaron para ...