La esposa del cornudo (XVIII): Comida y sexo
Fecha: 26/02/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MaestrodeJazz, Fuente: TodoRelatos
... ayudarme a despojarla de su pijama y sus bragas…
Con la luz apagada y bajo las sábanas, tenía que guiarme por el tacto y el olor, sentidos que en esas condiciones cobran un valor extraordinario y que fueron suficientes para buscar entre sus piernas abiertas la húmeda y caliente vulva de mi mujer, inflamada sin duda por el recuerdo de lo vivido en Torremolinos y por el frotamiento intenso al que mi lengua ya la estaba sometiendo por fuera.
Mis labios empezaron a saborear sus imponentes labios hinchados, con excursiones a su morboso pubis ahora despojado de vello, siempre con mi lengua pasando por su clítoris, tan abultado como yo no recordaba haber lamido en mucho tiempo.
Bajaba a la cara interna de los muslos, pensando que eso nos daría más tiempo para disfrutar pero Sole estaba tan excitada que hasta con eso conseguía arrancarle unos gemidos parecidos.
–¡Ohhh!!! ¡Siiii!!!! ¡Qué bueno eres con la lengua!
Iba de un muslo a otro, besando y lamiendo, mientras toda mi cara se acercaba a su coño para oler y emborracharme con la humedad que ya le rebosaba, respirando con mi nariz casi dentro de su coño, para rozarla contra sus labios y llevarla a continuación contra su clítoris, al que privaba ahora de mi lengua, ocupada lamiendo todo solo que algo más abajo.
Los ruidos ahogados de Sole eran una mezcla de gemidos y suspiros de placer.
–¡¡¡¡¡¡Aahhhhh!!!!!! ¡¡¡Uffffffff!!!! ¡¡¡¡¡Diego...asiiiii!!!!!
Ella lo dijo…había aparecido ese nombre… no sé si lo sentía ...
... o solo pretendía motivarme, como si fuera necesario para mí que lo hiciera… Alargué cuanto pude mis paseos en círculos alrededor de su coño tan mojado, cada vez más abierto, una invitación a mi lengua y a mis dedos para entrar, que yo le retrasaba.
- ¡¡¡Cómemelo todo… Thael!!!
Acercándome a su clítoris casi sin rozarlo, una y otra vez, subiendo y bajando su calentura con lengüetazos planos en su pubis y entre sus muslos como el que ella me había compartido que le practicaron esos hombres.
Para enfocarme enseguida cada cierto tiempo en movimientos verticales, desde su perineo y la base de su vulva hasta la punta de su botoncito, recorriendo ahora sí todos los labios internos, mientras sus gemidos se hacían más largos.
- ¡¡¡Theo….Síiiiii… Theo…. Másssss… así, así…. !!!
Cada nombre que Sole pronunciaba que no era el mío fue respondido por los más fieros lametazos por mi parte, intentando desdoblar mi lengua con la presencia de mis dedos, buscando transportarla a esa otra dimensión placentera que ella estaba dibujando en su fantasía, pero que también recordaba haber disfrutado lejos de mí, con alguno de esos nombres.
Milímetro por milímetro, las pasadas de mi lengua se repetían cada vez con más intensidad, pasando a succionar con energía, envolviendo el capuchón de su clítoris. La cercanía de su orgasmo fue muy evidente cuando ella elevaba toda su cintura y sus manos sujetaron mi cabeza, intentando que mi boca no se separara de su clítoris por lo que le di más y ...